Mario González Vargas | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Febrero de 2016

PAZ DE COLOMBIA

La ONU apoya el proceso

“Farc no lograron su objetivo revolucionario”

El Consejo de Seguridad votó unánime por verificar el desarme. La enormidad de esta noticia pasa casi desapercibida, anestesiados como estamos por tantos años de violencia, de desinformación de los enemigos taimados de la paz, o por el aislamiento que nos dificulta ver nuestra propia historia como si fuese ya ceniza en la memoria.

Primero, es muy difícil lograr consensos en el Consejo de Seguridad por los bloques de intereses contrapuestos en todo el globo. La unanimidad de los quince miembros le está diciendo a las dos partes en conflicto que el mundo está harto de ese problema irresuelto. Se creará un mecanismo tripartito de verificación, con ocho oficinas nacionales en puntos clave. La guerrilla dejará las armas y la ONU garantizara que sea de veras. Las Farc no lograron su objetivo revolucionario, ni en lo económico ni en lo político.

Cuba se acerca más a Washington. Hace años en plena guerra fría le preguntaron a Fidel Castro si reanudaría relaciones y respondió con ironía que eso ocurriría cuando el presidente de USA fuese negro y el Papa, latinoamericano… pues bueno el chiste imposible se hizo realidad. Pero en cambio la artritis castrista no tuvo cura y su atropello a la libertad, tampoco. Para las Farc es ya difícil hallar espacio político si insiste en quedarse más a la izquierda que el castrismo. Incluso la guerrilla del ELN, con visos de fundamentalismo religioso, revisa su extremismo para no quedarse sin oxígeno político.  En el otro extremo algunos del mal llamado “Centro Democrático”, ese ELN de la derecha, empiezan a ver que el proceso es irreversible. Recapacitan, quizás no desean que en un par de años les recuerden sus excéntricas posiciones, quedando como los voceros de un mundo plano cuando todos ya saben que es redondeado como una pera. Pero los más exaltados continúan los gritos contra el actual gobierno acusándolo de Castro-Chavista, de haberse entregado al lado oscuro de la fuerza, en esos mismos dos años parecerán tan fuera de proporción que deberán pagar un lote doble en el cementerio para enterrar el anacronismo. En fin que toda exageración es insignificante. Si se sabe escuchar, las más exaltadas de las voces contra la paz, son las de una dama que aboga por el apartheid y otra que replica consignas neonazis. Pero esa clase de “Centro Democrático”  a la derecha del Papa y de Washington y de los doscientos países de la ONU, solo subsiste en su creciente aunque colérica soledad.