Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 4 de Mayo de 2015

“Rama judicial hace de salvaguarda de la sociedad”

SIN MEMORIA

Fechas de semi-impunidad

El   fallo de la Corte que califica a la reelección del 2006 como cohecho, marca un hito. Aun en un país sin memoria y por lo tanto antinacionalista que quitó en los colegios el estudio de la historia plegándose al informe Acton. Y lo marca incluso para quienes no comparten el fallo. Al fin y al cabo, toda sociedad requiere de una autoridad que no necesita tener razón para ser obedecida. Esa sentencia en un caso penal del 2015, es equivalente en trascendencia política a la narco-elección del año 94. Sólo que por entonces el entonces Presidente utilizó para sí esa autoridad haciéndose absolver en forma fraudulenta por la Cámara. Logró así salir impune de semejante delito histórico pero entonces como ahora las consecuencias gravitan sobre el país. De hecho desde Samper el partido liberal perdió sus mayorías. Devino en un comodín aleatorio en manos de una nueva dinastía cuyo vástago se da el lujo de no leer siquiera las leyes que firma. Pero se apoya en un agradecido empresario que pone a su servicio El Tiempo para envolver sus insolvencias.

La otra fecha que marcó un hito político fue la del 19 de abril de 1970, en la cual por lo demás el modernizador gobierno de  Carlos Lleras, optó por el fraude electoral tal como lo reveló su Ministro de Gobierno tiempo después. Esto dio pie a la primera guerrilla urbana posterior a las tres guerrillas rurales nacidas en el gobierno Valencia, quien muy orondo afirmaba haberle legado la paz a Colombia como aporte histórico… ¡La Paz!

Tres hitos. Y un marco de referencia. La obligatoria alternación por 16 años del gobierno entre liberales y conservadores que aquí se conoció como Frente Nacional y en Venezuela se llamó Pacto de Punto Fijo entre Adecos y Copei. En ambos  países los partidos burocráticamente beneficiados dejaron poco después de ser alternativa real de poder. Y dieron paso al Chavismo en Venezuela y a una guerra interior aún indecisa, en Colombia.

 Con la reelección fraudulenta de Uribe en el 2006 se reventó a la Constitución de 1991 que expresamente la prohibía. Y prolifero el paramilitarismo. Pero tal como ocurrió con los otros gobernantes de las fechas anteriores, que en la práctica tuvieron inmunidad, y resultaron como en las monarquías, inimputables. Sólo que en esta ocasión la rama judicial está condenando a varios subalternos del entonces Presidente. No puede hacer más, ni debe hacer menos. Trata de enmendar el daño que la dudosa reelección hizo a las instituciones.  Y, en fin, hace de  salvaguarda de la sociedad  que necesita de un poder que no necesita tener razón para ser obedecido.