MAURICIO BOTERO MONTOYA | El Nuevo Siglo
Lunes, 24 de Febrero de 2014

Los temas tópicos

 

Retornan las chuzadas, la corrupción electoral y militar. El irresuelto problema de la salud pública. El escepticismo de los votantes. Abstención. Voto en blanco. Este último con más fuerza decisoria que antes. Puede deshacer una elección. Creció por la imposición de una norma que no le gusta a Colombia: la relección. Lograda con la Yidis mermelada de la época. Que ayer se llamó romanismo y lentejismo para remontarse a la Biblia. En el 2010 la vicepresidenta de la Unión Europea nos visitó. Afirmó que aquí había grupos estatales actuando fuera de la ley en asunto de chuzadas… El señor del Ubérrimo la desmintió y dijo que esa señora hacia apología al terrorismo. Que era pro-terrorista. Resultado, mientras gobernó él nunca aprobaron el TLC con Europa. Pero menos mal expuso en la picota a la todavía, muy estimada estadística europea. Esa denuncia fue su aporte a la diplomacia mundial. Tras cuatro directores del DAS, se siguió espiando ilegalmente. El ya para entonces expresidente ayudó a su última directora a asilarse en Panamá aduciendo que en Colombia no había justicia…

Ahora Santos, su exministro de defensa, gobierna y se sigue espiando sin mandato judicial a la gente. Algunos militares trabajan para Uribe en ello. No para el Gobierno. Son efectos lejanos de haber cambiado el “articulito” reeleccionista con sobornos y cohechos. Sólo que aquí el cohecho tiene la singularidad de haber sido perpetrado por una persona no más. Es un oxímoron criollo. Otro aporte uribista a la cultura jurídica universal. Algo así como acusar de bigamia a un célibe de modo que cualquier disparate, y los hay muchos, del actual Gobierno tiene antecedentes ubérrimos y parece leve dislate por comparación.

El aporte de Santos ha sido de visión internacional. La Alianza Pacífico a la que adhirieron Chile, México, Perú, genera un espacio de bienes, inversiones y servicios entre los cuatro Estados. Tiene en expectativa a otras naciones que han manifestado su interés. El Pacifico vía China y Japón es claramente el mar del futuro. Como lo fue el Mediterráneo para Roma, y el Atlántico para Estados Unidos. Nuestra ventaja comparativa es tener acceso a dos mares. De ahí que el cierre de puntos diplomáticos en países como Australia y Nueva Zelanda en el gobierno anterior resultara indefensable. Además de los tópicos de paz. Poco se habla de las tensiones que ésta genera en las Fuerzas Armadas. Fuerzas que reciben más del 7% del PIB. Asegurado ese logro la policía entraría a recibir una mayor proporción para fortalecer el Estado frente a la delincuencia. No convendría al desarrollo nacional hacer como Estados Unidos que durante decenios se armó alejando el peligro soviético. Y ahora tras casi un cuarto de siglo de liquidada la URSS, el Pentágono sigue exigiendo más y más presupuesto. Ese Pentagonismo sería mal negocio. Y como se nota con las chuzadas ilícitas, una lesión al tejido social.