MAURICIO BOTERO MONTOYA | El Nuevo Siglo
Lunes, 19 de Mayo de 2014

La Feria y los libros

 

La Feria fue un éxito.  Y no siempre lo es. Perú el invitado trajo libros de su país ¿obvio? No. ¡La vez anterior no lo hizo! Solo lo hacían algunas grandes editoriales con el sesgo de lucro cuyo sentido comercial remplazaba todo  mérito literario. Omitieron al poeta y novelista Manuel Scorza, por ejemplo. Para suplir esa clase de falencias, deben servir los gobiernos. Aunque quizás ese nuevo mecenazgo no complazca mucho a los promotores del capitalismo salvaje.  Esta vez fue mejor. Y los salones del lugar han mejorado. Quedó bien Perú tras el chasco anterior, quedó bien Colombia. En 1983 Bogotá había invitado a otro evento a un grupo de escritores latinoamericanos entre ellos a Manuel Scorza, a Marta Traba, a Ángel Rama. El avión en que venían se estrelló.

 Scorza nos dejó poemas como: “Íbamos a vivir toda la vida juntos. Íbamos a morir toda la muerte juntos. Adiós. No sé si sabes lo que quiere decir adiós. Adiós quiere decir ya ni mirarse nunca, vivir entre otras gentes, reírse de otras cosas, morirse de otras penas. Adiós es separarse ¿entiendes? Olvidando, como traje inútil la juventud… Ahora tenemos otras citas. Estrellas diferentes nos alumbran en noches diferentes. La lluvia que te moja me deja seco a mí. Está bien: adiós. Contra el viento el poeta nada puede. A la hora en que parten los adioses, el poeta sólo puede pedirles a las golondrinas que vuelen sin cesar sobre tu sueño”.  Y, con la venia del lector, este otro: “Como a todas las muchachas del mundo también a ella tejiéronla con sus sueños los hombres que la amaban. Y yo la amaba. Pudo ser para otros un rostro que el viento del olvido borra a cada instante. Pudo ser pero yo la amaba. ….  ¡Ah si tus ojos me miraran todavía! Esta noche no tendría tanta noche. Esta noche la lluvia caería sin mojarme. (…) ¿Dónde estás ahora? ¿En qué ciudad, en que penumbra, en cuál bosque te desconocen las luciérnagas? Tal vez mientras escribo, estás en un suburbio, sola inerme, abandonada… ¡Abandonada, no! En tu ausencia mi corazón todas las tardes muere.”  En suma recomiendo el libro Poesía amorosa, así como la novela Redoble por Rancas, la mejor a mi juicio, de su trilogía.

 La Internet y las diversas formas nuevas de comunicación al principio generan una moda mental de esquiar sobre la superficie de  datos. De hacer  “surfing”  sobre la marea informativa. Pero a la larga se decanta, o muchos decantan, ese reflejo defensivo ante la oleada y profundizan. Es decir, disciernen entre la creatividad conceptiva y la mera pose de superficie. Esto se nota por cuanto en los países de mayor tradición tecnológica la lectura de libros ha crecido y no disminuido en las últimas décadas. Para soslayar esta penosa campaña política de la inmediatez y la vulgaridad de expresidentes injuriosos, celebremos con Manuel Scorza, y el éxito de la pasada feria.