Pedir al Banco de la República que imprima billetes para indemnizar a las víctimas del conflicto armado en Colombia… Esta es una de las más recientes propuestas de Petro Urrego. Yo pediría de paso a todas las universidades y colegios de Colombia que impriman diplomas para entregar a los jóvenes delincuentes como un adicional al millón de pesos que les entregan por dejar de delinquir. Y que las notarías impriman escrituras públicas y hagan propietarios a millones de colombianos. De esta forma se acabaría con la violencia, el narcotráfico y la envidia generada por la pobreza, la delincuencia y la ignorancia. Y Colombia sería un país lleno de ricos, profesionales y de gente honesta y feliz.
Tan ricos y felices como los habitantes del Tío Rico Mc Pato de Ronda. ¡Quién iba a imaginar que el problema más grave que ha tenido Colombia se podría solucionar con más impresoras y más papel! Brillante propuesta…
Un experto global en derechos humanos, me comentaba en una comida que: “y pensar que hubo una época en que Colombia fue considerada a la vanguardia en el tema de reparación de las víctimas de conflictos armados” … Y me remitió a un trabajo de Harvard Kennedy School CARR Center For Human Rights Policy en el que participan dos colombianos: Ana María Rivera y Francisco Osuna. Y me decía que es inaceptable que la plata de las indemnizaciones a las víctimas saliera del ciudadano.
Y si… la reparación de las víctimas debería ser el punto número uno de cualquier acuerdo de paz. En Colombia ha sido todo lo contrario y así lo revelan las cifras de la Contraloría General de la Nación sobre los resultados sobre reparación a las víctimas las cuales son para sentarse a llorar en comparación con la cantidad de prebendas políticas inmediatas que les dieron a los victimarios. Desde curules en el Congreso hasta la seguridad de una sentencia hecha por la JEP a la medida de las necesidades de estos delincuentes. Y ni por esas la JEP ha emitido la primera sentencia condenatoria y ni hablar de reparación a las víctimas.
Además, se parte de un error conceptual gigante. La gran hipocresía es pedirnos a los ciudadanos, quienes también hemos sido víctimas de la guerra en Colombia, que seamos nosotros los que nos reparemos a nosotros mismos, por todo lo que nos hicieron los grupos armados ilegales en Colombia incluido el M-19. Conozco gente que no conoció a su abuelo o papá magistrado o abogado de la incinerada Corte Suprema de Justicia de 1985… Ridículo.
No amigo… la plata debe salir del victimario siempre… de los delincuentes. Jamás del contribuyente. Que la pongan los que incineraron, desaparecieron, desplazaron, descuartizaron, asesinaron, violaron, secuestraron y mantuvieron a Colombia en el atraso y zozobra eterna.
Le creo a un acuerdo fundamental que diga en el artículo primero que el dinero para reparar saldrá de los victimarios y no del ciudadano y en el artículo segundo establezca penas de prisión para victimarios y no meras penas simbólicas o curules en el Congreso.
Juanfelipereyes@hotmail.com