¡Nos preocupa, por eso nos ocupa! | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Septiembre de 2020

El pasado 2 de septiembre fue presentado el informe de calidad de vida en Santa Marta durante el año 2019 por la red de ciudades “Santa Marta Cómo Vamos”, donde se evidencia los graves problemas que nuestro territorio tiene, lo cual preocupa, por eso nos ocupa. Es importante aclarar que estos indicadores son anteriores a la emergencia sanitaria por el Covid-19.

La ciudad más antigua de Sur América se ubica en la posición 16 de 32 en índice de competitividad y al detenernos en los pilares críticos observamos que todos ellos tienen una afectación directa en la agudización de la pobreza multidimensional, la cual supera el 24%.

Asimismo, el informe nos muestra un pobre desempeño en satisfacer necesidades básicas y de primer nivel como lo es el acueducto, el cual sólo ha aumentado la cobertura un 1,8% en los últimos 9 años, variable generadora de atraso y subdesarrollo.

Entre otros preocupantes indicadores tenemos la falta de sostenibilidad ambiental, muy a pesar de tener una gran extensión territorial de riquezas naturales que representan a su vez la mayor fuente de recursos de la población por su explotación turística, así como problemas de gestión básica de cualquier modelo político como lo es la ausencia de un mercado laboral sólido, situándonos como la ciudad con mayor afectación de desempleo entre las 23 ciudades principales del país, con más de 11% de desocupados, dentro de lo cual se resalta que en jóvenes entre 18 y 28 años existe una tasa de desempleo del 21%, sumado a que nuestra estructura económica es principalmente informal, indicador que supera el 61%, lo que empeora la situación de los hogares en la ciudad.

Sin ahondar en otros aspectos donde Santa Marta está en situación de criticidad como lo son infraestructura, salud y educación, es preciso que este informe marque el momento y el sentir ciudadano de no preocuparnos, sino de ocuparnos, abordando de manera proactiva estos asuntos de ciudad sin señalamientos, a pesar de conocer los responsables, convocando única y exclusivamente a un plan de acción de samarios proactivos, desinteresados, que conlleve a la reconstrucción de Santa Marta, donde las alianzas estratégicas compensen el abandono y el evidente trabajo desarticulado.

Nos preocupa, por eso nos ocupa querer mejorar estos indicadores involucrando en acciones concretas un diálogo constructivo con los gremios, entidades públicas y privadas, empresas, líderes comunitarios, movimientos sociales y todos quienes convergen en la mejora de la calidad de vida de los samarios, pero de manera propositiva, incluyente, participativa, de cooperación, con voz, con voto y sin anulaciones.

La invitación es a que los gremios sean determinadores de las gestiones y actividades de gobernanza, pues finalmente el trabajo mancomunado entre gobierno y agremiaciones es lo que aportará a superar los índices de pobreza en los que nos ha sumido la ausencia de verdaderas políticas públicas. Demos un paso en favor de Santa Marta, ocupémonos de concertar y conciliar. Los gremios y los privados tienen la disposición. ¿Será que el sector público dominante la tiene?