La designación por el presidente Duque del exprocurador Alejandro Ordóñez, un hombre vertical, honesto y frentero que defiende sus convicciones, como embajador de Colombia en la OEA, suscitó reacciones de las Ong feministas, homosexualistas, izquierdistas, incluyendo las americanas bien conocidas de autos como Hrw, Cejil o Wola y, por supuesto, los columnistas y caricaturistas de siempre. Este hecho provoca varias reflexiones:
Primera: que el presidente es el presidente y no las Ong. En la mitad de la ventolera, el presidente y su canciller posesionaron a Ordóñez en el cargo. Queda demostrado que el presidente sabe para qué lo elegimos. Las Ong, acostumbradas a que la gente les tenga culillo, se quedaron con los crespos hechos. Segunda: que Ordóñez es un hombre preparado y estudioso, firme en sus principios, que no va a ir a Washington a veranear; sabe exactamente cuál es la posición de Colombia en la OEA sobre los países del Alba y va a defenderla. Tercera: Ordóñez es provida y profamilia y por eso es antiaborto y antieutanasia, defensor de la democracia y de las libertades, y por eso combate a las narco dictaduras de Venezuela y Nicaragua. También es un luchador contra la corrupción y la impunidad y contra el terrorismo. Pero muy poco de esto tiene que ver con la OEA que es un organismo político, encargado de defender la estabilidad del continente.
Las Ong dijeron que Ordóñez en varias ocasiones ha hecho críticas a la OEA y a la ONU. ¿Y qué? Como decía Alberto Lleras estos organismos son lo que los países que los componen quieren que sean. La OEA de Almagro no es la misma de José Miguel Insulza, al que, a pesar de ser miembro del partido socialista chileno, Chávez llamaba “un pendejo” y que estableció “el colectivo progresista de la OEA” del que tan orgulloso se siente Humberto De la Calle pero que, afortunadamente, ya no existe. ¿Será que no se puede nombrar ministro del transporte a quien alguna vez ha hecho críticas al estado de las carreteras? Como dijo Hernán Andrade, presidente del partido conservador, en las críticas contra Ordóñez “se les ha ido la mano, la lengua y la pluma de manera despiadada atacando a un hombre que tiene una forma de pensar muy similar a la de muchos (la mayoría, diría yo) colombianos".
Pero quiero hacer una acotación adicional: la objeción principal contra Ordoñez, que no la dicen, es la de que es cristiano y católico, camandulero, como dirían algunos. Y en este siglo XXI se persigue a los cristianos de todas las denominaciones. No digo en los países musulmanes del África, como el Boko Haram en Nigeria, o en los países árabes o en la China. No, en los países “cristianos”. Ya, hace algunos años, obligaron a un juez norteamericano a retirar un Padrenuestro de su oficina porque iba contra la libertad religiosa. En varias partes se han prohibido los Cristos en las escuelas. Pero España se lleva el campeonato. Se ha pretendido en Andalucía pero también en otras partes, expropiar las grandes catedrales con el argumento de que son propiedad de la nación y deberían dedicarse a eventos culturales, y en varios sitios han levantado a martillo cruces de varios siglos porque son símbolos religiosos. Y eso sucedió en la España de Rajoy, con quien el PP dejó de ser el de Aznar. Cómo será ahora cuando el gobierno laicista de Pedro Sánchez apenas comienza.
Para los que no somos católicos vergonzantes la designación de Ordoñez, es una buena noticia.