Habrá reforma
Es probable que al cierre del año tengamos nuevo marco tributario colombiano. El próximo mes será sometido el proyecto gubernamental a consideración de las dos Cámaras legislativas.
Menos mal que el paquete tributario del anterior ministro de finanzas no prosperó. Y mejor aún que esta iniciativa se dejó para el último tramo de 2012 cuando corren algo mansas las relaciones del Ejecutivo y el Congreso.
Conociendo la posición que el ministro Mauricio Cárdenas mantuvo desde el sector privado es posible que finalmente sea aprobada en diciembre una reforma no fiscalista, más bien de equidad tributaria.
Cárdenas empezó defendiendo su propuesta negando que ésta tenga contenido fiscalista y planteó la necesidad de un régimen impositivo menos disperso y más amable a los contribuyentes. Al funcionario no le gusta la dispersión tarifaria, la inequidad y la manera como se evaden gravámenes y burla al fisco.
Le preocupan algunas exenciones o beneficios y las dificultades que el país ha tenido para ampliar la base de contribuyentes. Los paraísos fiscales de que gozan ciertos millonarios amigos de la evasión, le inquietan.
Lo que pretende es un estatuto tributario viable, claro y sin las distorsiones de hoy. Que a la gente le anime declarar y a pagar impuestos.
En el Congreso las bancadas no ven con buenos ojos la iniciativa. No quieren que se filtren en el borrador algunos nuevos impuestos o se aumenten tarifas. Las comisiones económicas del Congreso son partidarias de a cambio de subir o crear tributos, reducirlos, empezando por renta. Piensan los políticos que el costo fiscal colombiano es alto y limita la apertura de negocios, restringe entrada de nuevos jugadores internacionales y frena flujo de capitales productivos. Les gusta más bien una reforma tributaria, pero estructural, de alto calado social, que borre distorsiones y acabe inequidad.
En general, el ambiente político en pasillos del Congreso, a pocas semanas de empezar a debatirse el articulado, no es tan pesado como el semestre pasado, pero tampoco es favorable.
La idea de una propuesta no fiscalista y estructural le pasa por la cabeza a varios presidentes de grupos económicos, quienes han expresado al presidente Santos la urgencia de sacar adelante un proyecto que modernice el actual sistema tributario colombiano y evite el síndrome de reformas anuales. Las empresas y voceros de la producción a través del Consejo Gremial le han manifestado al Jefe de Estado la importancia de modernizar nuestro sistema de impuestos como requisito para mejorar el clima de negocios, atraer nuevos capitales, crear compañías y generar empleos
Ningún país del mundo resiste cambios súbitos y constantes en sus reglas de juego. Garantías jurídicas y estabilidad tributaria, fundamentales para crecer y hacer socios.