ORLANDO CANO VALLEJO | El Nuevo Siglo
Martes, 21 de Febrero de 2012

Así es Bogotá

Vienen alzas en tarifas impositivas en momentos en que la economía recupera terreno y se recobra confianza en los hogares, principalmente por reducción del desempleo.
La mayoría de regiones incrementará el valor del impuesto predial correspondiente al año 2011 sin que se haya dado un proceso social de acompañamiento a sus propietarios.
En Bogotá, por ejemplo, los ciudadanos esperan alzas en esta obligación fiscal que podrían ir entre 10 y 65%. Las finanzas públicas del Distrito Capital están maltrechas gracias al carrusel de la contratación y a quienes se robaron el presupuesto social a plena luz del día.
Subir cualquier tarifa tributaria, predial, vehículos, ICA o renta, le complica la vida a los contribuyentes honrados y buenas pagas; pero además puede aumentar la evasión y causar más perjuicios que beneficios a los fiscos locales y nacionales.
¿A quién le pasa por la cabeza que una ciudad destrozada como Bogotá está en condiciones de cobrar impuestos más caros, llámese predial o valorización? Impensable que la capital colombiana, presa de los depredadores del gasto público, se deba alistar para un nuevo reajuste en gravámenes, al tiempo que calles, avenidas, barrios del sur y del norte acusan inseguridad, caos en la movilidad y pésima infraestructura.
Nadie se aparta de la importancia y validez de recaudar recursos de los contribuyentes bogotanos para hacer caja, pero tampoco se puede pasar por alto el poco beneficio que reciben los ciudadanos, cansados de una vida urbana despelotada por culpa de quienes no han podido organizar el transporte público y menos, arreglar siquiera las calles.
La ciudad tiene hoy 2 millones 249 mil predios que valen 280 billones de pesos, 44% de todos los predios del país. El incremento mínimo del predial será de 10% y el máximo de 65% dependiendo del avalúo catastral. La Capital tiene 1'855.166 predios residenciales y recaudará alrededor de $ 1.2 billones este año por predial.
El mayor incremento en el predial será para quienes han venido maquillando el valor real de sus propiedades.
Quienes tienen casas, apartamentos, lotes, fincas, locales, bodegas u oficinas de alto valor, que tributen lo justo y se pongan al día con la Administración de Impuestos. Cosa distinta la mayoría de propietarios pobres, quienes, antes que impuestos o valorizaciones, quieren ver llegar el progreso y desarrollo a sus localidades.
Lo ideal sería que las obras planeadas con los recursos ya recogidos por valorizaciones en Bogotá se hubieran ejecutado. Sin embargo, muchas de éstas no aparecen, pese a que las familias debieron asumir esa contribución con el Distrito. La gente paga y espera beneficios.