Orlando Cano Vallejo | El Nuevo Siglo
Jueves, 17 de Marzo de 2016

MIRADOR

Monitoreo

 

ES urgente que el Presidente Santos ordene a sus más cercanos colaboradores monitorear el rumbo de la economía.

Es menester tomarle el pulso a la marcha del país y chequear los signos vitales de la economía.

De la misma forma como se monitorea el fenómeno del Niño es vital que el Gobierno anuncie medidas de fondo para reanimar la economía, debilitada y sin confianza en las gentes.

Un monitoreo general al transcurrir de la economía social, la de bolsillo, la que toca con los hogares.

Si bien el Ejecutivo puede recrearse con el crecimiento industrial del 4% el último trimestre de 2015 y una expansión del 8% en enero de este año, en general la situación no pinta bien.

Todos los indicadores de la economía llevan a un promedio regular, en casos flojo o malo.

Bueno que la industria comience a prender motores y a salir de un año de dificultades.

Favorable que el comercio levante cabeza en ventas y facturación, pedidos y rotación de inventarios. En enero creció 2%.

Muy bien que el sistema financiero continúe ganando plata, aunque podría ser más flexible en costos y comisiones al público.

Positivo que la construcción siga teniendo buenos precios en vivienda estrato medio y alto, y siendo sector atractivo para invertir.

Mejor aún si le va bien al campo, sumido por décadas en crisis de precios, tenencia de tierras, producción, comercialización, crédito y costos de insumos.

Si a los ganaderos no les va tan mal ahora, mejor porque se reactivan las exportaciones y su aporte al empleo y al pago de impuestos.

Sin embargo, si medimos el desempeño global de la economía colombiana, el panorama no es claro. Hidrocarburos en crisis, caen exploración, explotación petrolera y se pierden empleos.

Este año podríamos crecer por debajo del 3% con presiones inflacionarias, aumento en el costo del crédito, incertidumbre en inversión y desconfianza de consumidores.

Para alejarnos del fantasma de una recesión, las economías deben apostarle a crecimientos mayores al 5% anual.

Si no queremos convivir con el estrés de una reforma tributaria cada año, debemos generar los recursos para que la economía sea autosostenible.

Si el Ejecutivo pretende que los colombianos estén del lado de la paz con guerrilla de las Farc, es preciso que economía marche bien. Es garantía para votar el plebiscito por la paz.

Monitorear la economía para mirar qué tan cerca o lejos estamos de empeorar.