Duros de roer

La economía colombiana y en particular los empresarios son hueso duro de roer. El sector privado parece ‘blindado’ ante la barbarie que despliegan los enemigos de la paz y de la prosperidad.

Líderes empresariales, accionistas, directivos y dueños de grupos económicos coinciden en que nuestra economía se ha venido acostumbrando a convivir con la incertidumbre.

Señalan que cada día es incierto en materia de seguridad nacional. Nadie apuesta por lo que pueda pasar a futuro o por lo que esté ocurriendo.

Aclaran que pese a los tambores de guerra que hacen sonar los grupos al margen de la ley y en general los terroristas, el país y la economía marchan como debieran marchar.

No conozco ni he oído al primer inversionista estratégico que mencione querer irse del país por temor a los violentos. Podrían hacerlo, y nadie los cuestionaría, pues está de por medio la integridad de los individuos y la protección de sus bienes.

Los hombres de negocios en Colombia son clase aparte. Parecen hechos contra viento y marea, mientras más bombas, secuestros, ataques cobardes contra la población civil y nuestra infraestructura, más fuertes y firmes en la conducción de sus compañías.

Al día siguiente del atentado contra el exministro Fernando Londoño, bancos, empresas, gremios y ministerios, convocaron ruedas de prensa para dar a conocer nuevos productos y servicios. Hubo foros y seminarios en reconocidos hoteles del occidente y norte de Bogotá, con full asistencia, y nadie dijo querer tirar la toalla.

Las citas de funcionarios públicos en Cali, Buenaventura, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y Eje Cafetero, no se aplazaron por el nerviosismo que causó el atentado del martes pasado en cercanías a la Universidad Sergio Arboleda, la misma congestionada zona donde asesinaron al estadista y periodista, Álvaro Gómez Hurtado.

Ese martes 15 de mayo entró en rigor el TLC con EE.UU. y ningún embarque dejó de ingresar o salir, según reporte de puertos y DIAN.

Al contrario, los productores se fortalecen ante la adversidad y son solidarios con el Gobierno, con el país y con las víctimas del conflicto armado.

La inversión privada no se detiene, menos el consumo en los hogares.

Las movidas financieras no paran. Los aeropuertos reportan alto flujo de pasajeros en vuelos nacionales e internacionales. Los reportes de inversión extranjera son favorables, los banqueros destacan que aunque con una ligera desaceleración, el crédito comercial sigue activo, los centros comerciales reportan aumento en ventas y grupos financieros como el BBVA Colombia pronostican un crecimiento económico mayor al 5% en 2012.

Los hombres de negocios tienen imaginación, visión y liderazgo para crecer en medio de tempestades sociales y políticas. Son duros de vencer.