Pacto significa: concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado.
El partido “político” Colombia Humana y el Pacto Histórico que sus cabecillas quieren imponernos pueden efectivamente llevar a Colombia a hacer un pacto: pero con el diablo.
El pacto es con toda esa gente que está cansada del supuesto estatus -quo de todo.
Tal y como pasó en la Venezuela prechavista. Y a quienes les han asegurado que todo cambiará y florecerá al otro día de estar Petro en la presidencia. Tal y como sucedió en la alcaldía de Bogotá. ¿No? Populismo barato y puro…
La estrategia de marketing consiste en lavar el cerebro de nuevas y viejas generaciones. Diciéndoles por ejemplo que en Colombia todo era muy bonito hasta que llegó Uribe y que ellos la van a recuperar.
Sus acciones delictivas: quemar vivos magistrados, robar billete en bolsas, secuestrar, matar y hacer pactos “históricos” con narcoterroristas, son el medio que justifica un bien supremo: el de tener un país humano. Es decir, actos inhumanos se justifican para tener algún día un país humano.
Seguramente la efervescencia de las encuestas no son más que el reflejo de una plaza pública alicorada en ignorancia y falsas expectativas populistas. A diferencia de su capo quien si está alicorado de verdad y lleno de populismo, oscuridad y mentiras.
Y al pueblo le encanta eso. Panem et circenses. Le encantan las tinieblas que envuelven su pasado y presente. Le encanta que les hable embriagado en populismo, megalomanía y trago. Que se haya alzado en armas contra el Estado y haya triunfado mamándole gallo a la justicia toda la vida y haya salido airoso con carro, casa y beca.
No sé qué me da más miedo: que el pueblo adore a semejante hampón o que ande como un pavo real por toda Colombia con esa voz aguardientosa, cuidado por policías, lleno de trago, agitando las masas, y no pase nada. Dice mucho de esta sociedad erigir este tipo de personajes.
Aceptar a Petro también dice mucho de uno como persona. Nos gustan así. Aceptamos lo corrupto. Yo creo que por esta razón Colombia no logrará jamás avances significativos en percepción de corrupción.
Le mera opción de tenerlo como presidente ya habla muy mal de esta sociedad. ¿Imagínese la condición moral y ética de los que lo quieren como presidente?
En cambio, la valla publicitaria del candidato No. 5 al senado Edward Rodríguez dice lo que yo quiero: “Paremos a Petro”. Edward siempre ha llamado las cosas por su nombre. Se dio el gusto de llamar a Santrich asesino y en su cara. Paró en su momento a Claudia López.
Ya nos advirtió que le echemos ojo a la financiación de la campaña de Petro. Llena de billete y que, como todo en su vida, jamás explicará.
Edward Rodríguez es un líder del Centro Democrático que quiere ir al senado y vale la pena apoyarlo. Estamos a tiempo de parar a Petro.
Yo jamás haría un pacto con Petro. ¿Usted?
juanfelipereyes@hotmail.com