Anunciar a la ciudadanía, la tarde de viernes antes del fin de semana, la implementación inmediata de una medida que afectará sus vidas no es serio. Refleja la ausencia de planeación y la necesidad de acudir a medidas facilistas como única opción. Por esa razón, esta medida resultó insostenible y se revocó a los cuatro días.
Ahora, ¿por qué nadie le dice al alcalde la realidad? Ya la dijo la Universidad de Los Andes en un reciente estudio, y que no es otra que este tipo de restricciones generan más contaminación. Esos son los resultados que arrojaron por ejemplo el día de no carro y el pico y placa del fin de semana pasado. Alguno de sus asesores con PhD en transporte y movilidad, deben decirle al alcalde que la mayoría de los vehículos privados no contaminan y que lo que más contamina son las motos, los camiones, buses SITP (ni siquiera son Diésel euro 1), volquetas (chimeneas ambulantes) y las industrias (fuentes no móviles).
Pero no, ninguno de sus colaboradores se ha aproximado a este tema al menos con sentido común. Siempre lo han hecho primitivamente reaccionando contra lo que detestan: el carro particular. Pero la realidad es que los días de no carro y los pico y placa generan más contaminación, pregúntenle a los expertos.
Además, como sería la improvisación, que ya los reportes que daba la administración no eran sobre el estado del aire en Bogotá sino sobre la reducción al 50% del tráfico. ¡pues obvio! ¿Si, mediante una alcaldada ordenan guardar la mitad de los carros qué resultado esperan? Pero para esto no era la medida ¿o sí? La realidad, alcalde es que hasta que Bogotá no tenga un metro con mínimo de cinco líneas, no dejarán de salir a comprar su segundo, tercer y cuarto carro.
Pero, en fin, lo que es inexplicable, y es la causa del mal estado del medio ambiente, no solo en Bogotá, es la mala calidad del diésel que entrega Ecopetrol. Si ellos entregaran al menos diésel de 10ppm (partes por millón) de azufre, los vehículos euro 6 podrían operar en Colombia, produciendo emisiones inmateriales, de acuerdo con los expertos. Los buses de Transmilenio que acaba de comprar la administración no pudieron ser euro 6 porque no se produce diésel de 10ppm de azufre en Colombia.
Datos: vehículos privados contaminan un 2,74%. Camiones 43.6%. SITP 8%. Motos 9% y lo que más contamina son las industrias y las vacas (gas metano).
Propongo lo siguiente, hagamos un pacto por Bogotá que incluya, como mínimo, un plan de renovación de vehículos contaminantes y que puedan ser financiados con créditos blandos. Chatarrizar los SITP. Establecer pico y placa industrial. Buses de Transmilenio eléctricos o euro 6. Entregar Diésel euro 6. Revisar normas sobre emisiones pues están obsoletas (1998). No más tala de árboles. ¿Cuándo empezamos?
Estoy seguro de que en esto nos puede ayudar el gobierno nacional a través del MinTransporte y MinAmbiente.
@ReyesJuanfelipe