El gobierno Petro lleva 21 meses de mandato caracterizados por altibajos, escándalos e improvisación. Este es un gobierno sin rumbo que solo ha generado incertidumbre e inseguridad jurídica. Es evidente que no ha tenido la capacidad de consolidar una coalición sólida en el Congreso, lo que se refleja en los bajos resultados legislativos y el fracaso de las reformas sociales propuestas por la Casa de Nariño. Una reforma laboral archivada y la actual en incertidumbre; la reforma a la salud hundida en su tercer debate en el Senado, y la reforma pensional en cuidados intensivos en la Cámara de Representantes, afectada por los recientes escándalos de corrupción liderados por los cercanos al presidente Petro, Olmedo López y Sneyder Pinilla de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
Desde que se hizo público el escándalo de los carrotanques hemos insistido en que las iniciativas del Gobierno Nacional en trámite en el Congreso deben frenarse de inmediato. Es decir, se debe decretar una “huelga legislativa”. No podemos permitir que los proyectos de ley, especialmente la reforma pensional, continúen su trámite como si nada hubiera pasado en el país. Se espera que en los próximos días se revelen los nombres de los congresistas que presuntamente recibieron sobornos, lo que, según reconocidos penalistas, configura un posible cohecho en el Congreso de la República.
La “huelga legislativa” requiere del apoyo de la opinión pública. En el Congreso, el ambiente se torna hostil y pesado. Ante la negativa del Gobierno de retirar la reforma pensional y su acelerado trámite, es necesario frenarla. Es evidente que se ha generado un quiebre entre el Legislativo y el Ejecutivo. Hacemos un llamado a todas las bancadas, especialmente a los partidos de la U, Conservador y Liberal, a conformar un frente amplio para evitar que la reforma pensional sea aprobada.
Existen muchas razones que justifican la “huelga legislativa”. La seguridad del país va rumbo al abismo, la economía solo creció un 0,7% en el primer trimestre del año, Ecopetrol ha perdido aproximadamente el 40% de su valor en bolsa en lo que va del Gobierno, y las utilidades han caído en los dos últimos trimestres un 42% y 19,4% respectivamente. El gobierno corporativo se ha debilitado y su junta se ha politizado. La mayoría de los sectores están en rojo: comercio cayó -0,8%, manufactura -5,9%, comunicaciones -1,6%, silvicultura -12,8%, café -3,6%, la inversión cayó -13,4%, las importaciones -12,3%, y lo único que ha crecido en este Gobierno es el gasto del Estado, con un aumento del 5,3%.
Es el momento en que el Congreso de la República debe demostrar a los 52 millones de colombianos que está del lado de la verdad y rechaza la corrupción. La “huelga legislativa” es la oportunidad para proteger la credibilidad y la imagen favorable que aumentó un 28%, según la última encuesta publicada por Invamer en abril.
Las críticas hacia la corporación han sido numerosas en los últimos días, y es claro que ha perdido legitimidad y autoridad moral para tramitar las iniciativas del Gobierno. Hasta que se conozca la verdad, no sería pertinente avanzar con la discusión y aprobación de las iniciativas gubernamentales. Por ello, es necesario que la justicia y los entes de control procedan de manera eficiente y ágil en las investigaciones.
¡Sí a la “huelga Legislativa” como un castigo a la corrupción del gobierno Petro!