Power, corruption & lies | El Nuevo Siglo
Jueves, 9 de Diciembre de 2021

No es coincidencia la relación corrupción y mentiras.

El título corresponde al mejor álbum que en mi concepto sacó en 1983 la banda británica de new wave -synthpop- post-punk New Order y que cae como anillo al dedo en Colombia.

Se de gente que fue deportada o que su visa de turista la canceló EE.UU. por mentirle. El común denominador: trabajar con visa de turista y negarlo cuando les preguntaban si lo habían hecho.

Algunos obtienen el perdón de EE.UU. y ahora residen tranquilos o han recuperado su visa de turista ¿Cómo lo lograron? Pidiendo perdón por haberles mentido. En una sociedad basada en la confianza como lo es EE.UU. decir mentiras es muy grave.

Esto, a raíz del caso de la presidenta de la Cámara de Representantes, quien al parecer y según la universidad Externado de Colombia, hizo trampa para lograr el título de maestría: plagio de tesis. ¿o ya nadie se acuerda?

Arias no es la única que al parecer ha hecho trampa o ha mentido para obtener algo. Pues en Colombia, si no se llenan de títulos -preferiblemente obtenidos en universidades en Europa o EE. UU.- así sean imaginarios o fraudulentamente obtenidos, no son nadie.

Tal vez es esa presión colombiana la que los lleva a mentir o hacer trampa. Tenemos el caso de Peñalosa que al parecer no hizo un doctorado en Francia, sino un curso de menor complejidad.

El ministro de vivienda, quien fue acusado de plagiar 200 renglones y 30 gráficos de su tesis de doctorado en Tilburg.

Y obviamente Petro, quien también fue acusado por la Procuraduría por inflar sus títulos universitarios.

¿Qué político no tiene un curso online en Harvard y en la hoja de vida de la función pública afirma ostentar un título de maestría? ¡Cómo será de ahí para abajo!

No por nada el cazatalentos DNA Humana Capital demostró hace un par de años que los colombianos son los que más mienten en su hoja de vida en Latam. Les seguían Perú, Brasil y Chile.

Se miente en el sueldo, en los idiomas, el colegio y estudios superiores y estrato socio económico pues muchas veces se avergüenzan también de su origen humilde que resulta un impedimento para el combo obligatorio ascenso social - laboral.

Mentir es muy grave y hacerlo en el ámbito público es doblemente grave por las funciones públicas que ejercerá el mentiroso acomplejado. ¿No será ésta la raíz de la corrupción?

Tal vez mienten también en la red social de egos y halagos profesionales mutuos, -LinkedIn- informando cada segundo un éxito profesional merecedor de halagos. Vaya uno a ver si son verdad o mentira.

No es coincidencia la relación corrupción y mentiras.

Esos acomplejados, no solo mienten, sino que son los que terminan robándose ideas, puestos, contratos, identidades y logros obtenidos muchas veces a punta de descalificar a sus colegas con mentiras o chismes para lograr lo que quieren. Pura y física corrupción. ¿O no?

Otorgo el beneficio de la duda a los casos que mencioné arriba.

juanfelipereyes@hotmail.com