Con un incomprensible “mamola”, parece haber entrado en suspenso la reunión del presidente Petro con los gremios, encuentro éste que surgió para enfriar las tirantes relaciones entre gobierno y los gremios privados.
La situación del país ha reclamado con urgente premura, diálogos constructivos que pongan punto final a los asomos de una recesión que empieza a generar alta precaución, ante los bajonazos en la producción para consumo interno, para exportaciones, para el empleo y la pobreza.
Ya Petro había dejado plantado al sector empresarial, durante la asamblea que se realizó en Cartagena, debido a uno de los frecuentes ataques de malestar estomacal, que lo aquejan, según lo reveló en su entrevista al colega Daniel Coronell, en entrevista para Cambio.
Recuperado de sus dificultades gástricas, y de un viaje a Costa Rica para recibir un doctorado, bajó del avión para atender al Consejo Gremial Nacional, que agrupa a lo más importante del sector privado y de la producción de un país en grandes dificultades económicas.
Varias horas duró la reunión, aunque no el diálogo según los empresarios, que consideran difícil alcanzarlo con el actual gobierno. Extrañamente no acudió el ministro de Hacienda, pero si lo hicieron los titulares de Desarrollo, Vivienda y planeación.
Durante el periplo, para algunos hubo diálogo, pero nada concreto sobre reactivación. “El presidente escuchó”, dijo un poco más diplomático Mac Master, presidente de la Andi.
Para otros nada fue concreto, puro “bla, bla, bla”. “Necesitamos menos diálogos y más trabajo”, afirmaron.
El ambiente estuvo álgido sobre la situación de un país rumbo a la crisis, ante el bajo crecimiento y la alta inflación, que requieren un manejo más ortodoxo de las tasas de interés y control estricto a la usura, temas que pasaron por encima de las conversaciones entre el presidente Petro y los gremios económicos.
Para algunos de los asistentes, el jefe de Estado, parecía estar en las alturas de uno de sus viajes, sin aterrizar los temas sugeridos: pensaba, según algunos en la reforma laboral, que lo condujo a manifestar que el día no terminaba a las 10 de la noche para reconocer horas extras. Fue cuando exclamo: ¡mamola!
Un poco más bajo de tono, Petro entró en diálogo con los empresarios y expuso temas como la transición energética, los servicios públicos, las tierras y la seguridad.
En esos momentos recordó sus planteamientos durante el primer aniversario de su gobierno, para abrir la puerta al Acuerdo Nacional, dentro del Plan de Desarrollo y fue más allá, para pedir el apoyo a los planes sociales que cursan en el Congreso.
Total, que las relaciones de los gremios con el presidente Petro y su gobierno, parecen empantanadas y que ahora solo seguirá dialogo, más no un trabajo.
BLANCO: Apreciamos hoy los gratos recuerdos de nuestro gran amigo y colega Javier Ayala, en este segundo año de su fallecimiento. Se ofrece una misa en Santa Beatriz.
NEGRO: Tremendo plantón el que dio Petro al expresidente Duque durante una comida amigable arreglada por los Gilinski. Como siempre, el presidente los dejó esperando varias horas.