¿Cuáles son tus anhelos para 2025? En la lista de deseos para el nuevo año suelen estar cosas como mejorar la casa, el automóvil, el trabajo o tener más rentas. Así mismo, tener buena salud, el bienestar propio y de los seres amados, así como hacer más viajes.
Cada quien elabora la lista de acuerdo con sus aspiraciones, como también a partir de los pendientes del año anterior. A esas peticiones quiero proponerte que agregues otra: lograr claridad en tu propósito de vida, algo que va mucho más allá de alcanzar las metas. Claro que estas son importantes, pues parte de la evolución radica en mejorar la calidad de vida. Pero, ¿qué es calidad de vida? Desde la lógica del consumismo, calidad de vida es tener más y más, creer que se es exitoso en la medida en que más se tiene.
Por supuesto que es necesario consumir para cubrir las necesidades básicas y satisfacer algunos deseos, así como mover la economía de una región o un país. Otra cosa es el consumismo, ese afán frenético por resolver los vacíos de la existencia mediante cosas que no los van a llenar. Ahí hay una trampa, que muchas veces nos lleva a comprar mucho más de lo que necesitamos, pero que temporalmente nos generan alegría. Sin embargo, nos podemos quedar atrapados en la felicidad temporal del deseo cumplido y perder de vista el gozo profundo de estar cumpliendo nuestro propósito de vida.
El propósito tiene que ver con el Ser, en mayúscula, con el sentido último de la existencia. Lo material es importante, pero se va a quedar aquí cuando atravesemos el umbral de la muerte. El propósito, para quienes creemos en la evolución infinita de la Consciencia, trasciende las fronteras de la muerte física. Identificar el propósito de la existencia y trabajar en él es, sin duda, una acción de orden superior. Estamos en conexión con nuestro propósito desde el momento de la encarnación. Sin embargo, a lo largo de la vida y por diferentes circunstancias podemos ir perdiendo consciencia de estar conectados con nuestro fin supremo.
Hoy te invito a preguntarte por ese sentido profundo de tu existencia. Si ya lo has hecho, maravilloso; este es un buen momento para verificar que aquello que haces está alineado con ese fin superior y corregir el rumbo, de ser necesario. Si aún no lo haces, también es un tiempo oportuno. El propósito superior se nos puede enredar por enfocarnos solamente en las metas temporales. Sin embargo, nuestra alma superior lo sabe y hace llamados insistentes, que tarde o temprano reconoceremos.
Te deseo un gran año nuevo, con plena consciencia de tu propósito superior y en acción enfocada a cumplirlo.
@eduardvarmont