RAFAEL GÓMEZ MARTINEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 23 de Mayo de 2013

Señora canciller Holguín

 

Mi amigo el filósofo, quien salió de la muerte después de un infarto, con gran preocupación por lo que está sucediendo no solamente en Colombia, sino en la región, me comentó una vez recuperados sus cinco sentidos: “Rafa, quien cree en Dios se salva. Yo estuve muerto. Clínicamente, muerto. Yo me salvé porque creí en Dios. Quiero decirle una cosa que ojalá, alguna vez, la pueda plasmar en su columna de opinión. América Latina está, como está, porque decidió darle la espalda a Dios. Así como, los pueblos que le dan la espalda a la democracia, viven los infiernos en que viven”.

Al ver la foto de María Corina Machado, golpeada y quien sabe lo que es vivir en el infierno, me pregunto cómo una mujer puede avalar, tolerar y soportar todo lo que está sucediendo en la hermana República venezolana.

Dice María Corina que “mientras no haya democracia en Venezuela no habrá paz en Colombia”. La semana pasada dijo que “los venezolanos se sienten traicionados por América Latina”.

Tiene toda la razón. No solamente los venezolanos, sino las venezolanas, en el caso de María Corina, golpeada y con cuatro roturas en su cara. Los colombianos que votamos fielmente por el señor Santos, también nos sentimos traicionados.

El veloz comunicado de la Cancillería colombiana sobre reconocimiento a Maduro como Presidente, donde el chavismo sobrepasó la raya de la demencia a la locura; es la prueba de una diplomacia sin carácter, ni dignidad.Ni siquiera usted muestra una pizca de solidaridad femenina.

Nos enfrentamos a un momento de inmensa gravedad para la democracia en América Latina donde la falta de espíritu, de liderazgo y de valores está conduciendo a la región al infierno en que se encuentra.

Un infierno gobernado por unos diablos, como el régimen de Chávez; y, en otros casos, por unas hienas quienes se ríen y se mofan durante el día del sufrimiento de los demás, pero por las noches se dirigen hacia sus cuevas para vivir en la oscuridad de su régimen. Régimen que, por lo demás, está más vivo que nunca.

¿Tenemos claridad sobre lo que está en juego? Por momentos llego a la conclusión que sí. Que si lo han dimensionado y por eso juegan de esa manera tan sucia, tan vil y tan ruín para con la democracia venezolana.

No tiene presentación que usted guarde un silencio cómplice frente a estos hechos. Cuando las sociedades callan, señora canciller Holguín, más temprano que tarde vivirán su propio infierno. Colombia está próximo a vivirlo. En Bogotá, ya lo vivimos. Y se viene Nicaragua, otra vez.

Puntilla. ¿Por qué Santos y Petro siembran una palmera en el CAN? ¿No será para recoger los dátiles de un banquero sin escrúpulos? “Estamos metidos en un mar de mierda, compadre”. Mario Silva, “amiguis” de Diosdado Cabello a quien pretenden traer al Congreso de la República colombiano.