RAFAEL GÓMEZ MARTÍNEZ | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Mayo de 2014

La dignidad conservadora

 

Se preguntó el príncipe Basilio en La Guerra y la Paz, de L. Tolstoi:“¿Dónde ha quedado mi dignidad?”. A su vez, Maurice Duverger plantea que “un partido político no es una comunidad, sino la reunión de varias comunidades en pro de una doctrina común”.

La doctora Marcela Prieto preguntó hace más de un año cuando nos reunimos los conservadores para comenzar el proceso de la escogencia de candidato único de mi Pc, que debería ser el bien común de todos los integrantes de la comunidad conservadora: “¿dónde está la dignidad del Partido Conservador?”.

Le quiero comentar a mis lectores que participar en la campaña de la doctora Marta Lucía, para mí fue una satisfacción personal infinita. Conocí a verdaderos conservadores como el doctor Mariano Ospina, a la profesora Claudia Dangond, al joven escocés Daniel Raisbeck,a José Jaime Uscátegui, a Gloria Diaz, a Santiago Castro, a Tania Lopez, a Juliana Solano, de Bucaramanga. Ni hablar de mi amiga y compañera de viaje Maria Elisa Uribe.

La carencia doctrinaria de mi Pc, junto con la incoherencia política de algunos de algunos de sus integrantes lo tiene postrado en un lugar humillante y vergonzante que no le corresponde. Un lugar de segunda, para un partido político de primera.

Nadie en mi Pc comenta algo ante la descomposición social e institucional que vive el país. Sobre las amenazas del régimen chavista que ya comienza a penetrar a la sociedad colombiana. Un claro reflejo: las universidades públicas y su grupo de anarquistas.

Quienes apoyan al régimen de jms Chamberlain Kerensky se encuentran como la famosa canción de ManfredMan: blindedbythe light: ciegos por la luz del régimen santista que no les permite ver más allá. Que no les permite ver que ellos se deben al partido y como tal deberían apoyar la causa común del mismo.

La ceguera conservadora es de tal magnitud que su último golpe consistió en que el CNE los dejara libres. ¡Por Dios!, señores, Definitivamente, no hay peor ciego que el que no quiere ver. Claro que un caso sui generis es el de Santrich, quien se hace el ciego para verlo todo clarito.

Ante lo anterior, mi admiración y respeto por la doctora Marta Lucía Ramírez. En contra de la voluntad de todos, has llegado al final. Mi voto en la primera vuelta por esta valiente y valerosa mujer. Así, como lo deposité por la doctora Noemí Sanín, siendo consecuente y coherente con mi doctrina conservadora. ¿Dónde quedará la dignidad conservadora después de las próximas elecciones presidenciales?

Mientras tanto, en Venezuela de tanto tentar al diablo miren como se encuentra.

Puntilla. Jms dijo: “Gramalote será una muestra de mi gobierno”, y sí que lo fue. ¿La campaña de Jms ofreció $ 5 M y buses a todas las localidades de Bogotá para que fueran los líderes conservadores al evento de conservadores con Santos? ¡Que sinvergüenza!