¡No hay derecho!
“No pudo ser más dramática, caótica y llena de vandalismo”
LA marcha estudiantil convocada por Fecode y las universidades públicas del 7 de septiembre en nivel nacional no pudo ser más dramática, caótica y llena de vandalismo, en todo el término de la palabra.
Por pura casualidad, el 8 de septiembre, tuve que ir a un desayuno en el centro de Bogotá. Hacia las 7.00 a.m. el espectáculo ofrecido no pudo ser más desolador. La Plaza de Bolívar parecía una imagen posterior a la batalla de Verdún.
¿Quién les va a pagar a los comerciantes los destrozos de la marcha? ¿Por qué nos maltratan de esa manera? ¿Qué mal les hemos hecho a las universidades públicas? ¿A Fecode? ¿A los maestros? ¿A los “capuchos”? ¿Cómo es posible que exista tanto “capucho” desadaptado? ¿Por qué los bogotanos tenemos que “mamarnos” el trancón, el malestar, los destrozos de los “capuchos” cada vez que van al centro los sindicatos de izquierda? ¿Las universidades públicas estarían dispuestas a pagar los destrozos causados por sus “muchachos”? ¿Fecode? ¿Los maestros? ¿Los sindicatos de izquierda?
Se calculan en más de $ 200.000.000 las pérdidas ocasionadas por la marcha estudiantil. ¿Quién asumirá esas pérdidas?
¡No hay derecho! a que unos grupúsculos de anarquistas y de extrema izquierda tengan dominados a sus anchas la educación pública en todo el país. Si esos son los estudiantes, si esos son los maestros: ¡qué vergüenza me da!
¡Debería darles vergüenza! A los de Fecode, a los “muchachos”, a los maestros y a los rectores de las universidades públicas. Al Ministerio de Educación. A Clarita y a Angelino. No hay que olvidar que las universidades públicas se mantienen con vida gracias a nuestros impuestos. Entonces: ¿por qué no son más conscientes de su responsabilidad ante la sociedad? Responsabilidad social y económica. ¿Por qué ningún senador, representante y/o concejal por Bogotá “se da la pela” y hace meter en cintura a estas instituciones? ¿Por qué no se da un profundo debate público sobre este tema? ¿Quién solicita una rendición de cuentas a las universidades públicas, por ejemplo?
Si existe una sola razón para modificar el concepto de la autonomía universitaria es, precisamente, este que se presenta: a lo único que ha conducido es que estos grupúsculos de anarquistas y de extrema izquierda, ¿con la anuencia de Fecode y con la permisividad de los mismos rectores de las universidades públicas?, tengan prisioneros a unos estudiantes que de verdad sí quieren aprovechar las oportunidades que brinda la educación pública.
No nos digamos mentiras en este tema. La autonomía universitaria ha conducido al caos tanto administrativo, como pedagógico.
Keynes le dijo a Trotsky: “Este es el momento de pensar con la cabeza y no con los puños”. (Guillermo Maya | 8:36 p.m. | 07 de septiembre del 2011, El Tiempo) ¡No hay derecho!
Puntilla. Con Pinzón y “el Tigre” Navas a la cabeza, sí le creo que se dará el puntillazo final. ¿Por qué no ha renunciado Samuel Moreno?