Rafael Nieto Navia | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Diciembre de 2015

AMENAZA MUNDIAL

Terrorismo islámico (II)

“No todos los musulmanes son terroristas”

 

En nuestro artículo anterior sobre este tema nos preguntamos: “Si, según el Corán, ‘Alá es misericordioso’ y, según el Nuevo Testamento, ‘Dios es Amor’, ¿de dónde el terrorismo islámico?”.

 

Lo primero que hay que puntualizar es que los grupos terroristas islámicos (Al Qaeda, Hamas, Talibanes, Estado Islámicoo Daesh, Hermanos Musulmanes, Boko Haram y Hezbolá, entre otros) tienen ante todo un carácter político y no religioso. Palestina ha sido desde tiempo inmemorial un territorio disputado entre judíos y los grupos que la habitaban cuando ellos llegaron hacia 1.500 a.C. (amorreos, jebuseos, edomitas, moabitas, fenicios, hititas y filisteos, entre otros). Los musulmanes residentes en Palestina descienden de esos pueblos que guerrean con Israel desde entonces.

 

No obstante, al Islam le han mezclado un elemento de guerra santa (yihad) que aprovechan los extremistas en su guerra política. Es así como, por ejemplo, el Isis (Daesh) que lucha contra los chiítas de Irak e Irán, destruye en Palmira los monumentos que son patrimonio de la humanidad, como los Templos de Baalshaminy Bel y la tumba de Elahbel, por ser memoriales paganos. Recordemos que, a pesar de que los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, sus aliados en el mundo musulmán, les pidieron que no lo hicieran, los talibanes dinamitaron las estatuas de Buda en Bemiyán, arguyendo que se trataba de ídolos. El ministro de Relaciones Exteriores del Talibán dijo en la ONU, sin ponerse colorado, que la presencia de Buda en Afganistán iba contra los principios del Islam.  

 

Aunque en la época de Mahoma coexistían pacíficamente judíos, cristianos y mahometanos -lo que demostraría que en el Corán nada obliga a lo contrario- las interpretaciones de los imanes y los mullahs le han mezclado el elemento religioso al político. Por esa razón en las zonas azotadas por el Isis y por Boko Haram, los cristianos son perseguidos implacablemente. Los del Califato islámico crucifican a los cristianos, como un insulto al cristianismo. A sus víctimas políticas los decapitan.

 

No todos los terroristas son musulmanes. Ha habido terroristas no islámicos como, por ejemplo, las Brigadas Rojas, la Fracción del Ejército Rojo, las Farc y el Eln, Verdad Suprema en el Japón, o el Ira, los dos últimos con fuertes elementos religiosos). Tampoco todos los musulmanes son terroristas, claro está. Pero los que sí lo son, han logrado que se llegue a pensar lo contrario.

 

 

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Coda: Se dice que la absolución del coronel Plazas demuestra que en Colombia existe justicia. No es cierto. Una persona que pasa ocho años y medio encarcelada y a la que se le demora más de dos años una decisión que tenía ponencia favorable, prueba que esa justicia no es pronta, ni cumplida.

 

Cosa dos: ¿Hasta dónde llegan los poderes de la Corte Constitucional? La decisión sobre la central hidroeléctrica de El Quimbo prueba que no tienen límite ni en la Constitución ni en  el bien común.

 

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P.S.: Deo volente, esta columna reaparecerá el martes 5 de enero de 2016. Feliz Navidad y que el Señor los bendiga el año entrante.