RAFAEL NIETO NAVIA | El Nuevo Siglo
Martes, 21 de Agosto de 2012

Assange, asilo y libertad de expresión

 

EN  Europa no existe, como en América Latina, la institución del asilo diplomático aunque desde los Concilios Ecuménicos de la Edad Media, mediante la llamada Paz de Dios, las personas, incluso mujeres perseguidas por maridos celosos, se podían refugiar en iglesias, monasterios, hospitales y otras entidades regentadas por la Iglesia.

El asilo concedido por el Ecuador en su embajada en Londres a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, se encuentra en un callejón sin salida: la Foreign Office ha dicho que no le concederá salvoconducto y, por consiguiente, Assange no puede salir de la embajada sin ser puesto preso. Assange está solicitado en extradición por Suecia por supuestos delitos sexuales en un caso que surgió solamente luego de que Assange se hizo famoso.

Otro asunto son las amenazas que formuló el Reino Unido, como en las épocas del León Imperial de la reina Victoria, de entrar a la embajada a sacarlo por la fuerza, lo que violaría la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y causaría una grave crisis en el concierto de las naciones para las que la inviolabilidad de las sedes diplomáticas es asunto vital. Es inexplicable que una cancillería tan avezada como la británica diga semejante barbaridad.

József Mindszenty, cardenal húngaro durante el régimen comunista, tuvo que asilarse en la embajada de Estados Unidos en Budapest, donde permaneció 15 años. Solamente pudo abandonarla cuando Paulo VI lo obligó a salir hacia Viena. Entonces todo el mundo se quejaba de la situación del Cardenal. Pero eran las épocas del régimen estalinista que se impuso sobre Hungría con la invasión de 1956. En este caso no lidiamos con regímenes de esa calaña. El Reino Unido no se puede equiparar a la Hungría de János Kádáry, en aras de la cortesía internacional, debería facilitar las cosas.

Resulta curioso, por decir lo menos, que sea Correa, un enemigo de la libertad de expresión, quien  acuda a ella para defender el asilo de Assange y que sean los de la Alba, que no son propiamente modelos del respeto a ese derecho, y  Putin, que acaba de encarcelar al grupo musical Pussy Riot por cantar canciones en su contra, los que defiendan al Ecuador.

La libertad de expresión es uno de los derechos más amenazados. En Colombia se dice -¿chisme?-  que el Gobierno quita la publicidad a los medios que no son sus amigos y no ha faltado la ONG “defensora de derechos humanos” que entable una tutela contra un columnista por decir cosas que a ella no le gustan.

Coda.El carillón de Rochester, en Minnesota, probablemente el más famoso de los Estados Unidos, fue construido en 1928 en honor de los militares. Al embarcar un vuelo en Fort Lauderdale oí lo siguiente: “Abordarán en primer lugar los pasajeros de clase ejecutiva, familias con niños menores de cinco años, pasajeros con tarjeta dorada y militares con uniforme”. Por el respeto a sus militares los Estados Unidos son lo que son y nosotros…