Al final de la segunda guerra mundial Rusia ocupó el archipiélago de las islas Kuriles perteneciente a Japón, hace 73 años ejerce su dominio, primero bajo la bandera de la Unión Soviética y luego al disolverse ésta considerándolas “botín de guerra” que figura en su mapa. Coincidiendo con el lanzamiento de las bombas atómicas de Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki en 1945 hubo baño de sangre para tomarlas, se trata de 56 islas volcánicas, destacadas (Iturup, Kimoshes, Kunashir, y Shikotan), agua y tierra son custodiadas por sus fuerzas armadas.
Si bien Rusia y Japón mantienen relaciones diplomáticas y comerciales no han suscrito el tratado de paz para terminar la segunda guerra y los nipones presentan argumentos. El ministro Abe dice que si se produce la transferencia garantiza a Rusia que no permitirá en ellas la instalación de bases norteamericanas y promete en compensación otorgarle ayuda económica, los Estados Unidos sostienen que Japón tiene soberanía sobre las islas y la Unión Europea ha pedido que, al menos, les sean entregadas parcialmente, la disputa se agudiza y los vínculos se deterioran. Una encuesta publicada por el Kremlin indica que la inmensa mayoría de los ciudadanos rusos respaldan a Vladimir Putin en su tajante determinación de no devolverlas y en Japón, donde habrá próximamente elecciones, un tema principal de campaña se refiere a la recuperación de las Kuriles.
El asunto toca intereses de los Estados Unidos e involucra a China, la acerca a Rusia cuando está presente la “guerra comercial” desatada por el señor Trump, otros países mueven fichas, Rusia moviliza barcos y aviones por diferentes lugares del planeta, incluyendo a Nicaragua. La noticia se encuentra en desarrollo, el conflicto adquiere fuerza en un mundo convulsionado enterado por el portavoz del presidente Vladimir Putin de su negativa a cualquier pretensión nipona, él afirma que estas islas en el mar de Ojotsk fueron descubiertas por marineros rusos en el siglo XVI y formaron parte de Rusia, que la emperatriz Catalina II firmó un decreto que las incluía en el territorio, que hubo un tratado para repartirlas pero la guerra ruso-japonesa de 1904 lo dejó en nada y en cambio, que en 1945, en la conferencia de Yalta las potencias aliadas registraron el traspaso de estos territorios a la URSS en el “Acuerdo de Crimea. Rusia ha desplegado en ellas estaciones de observación Miss-1, construirá aeródromos y puertos para buques grandes, sofisticados sistemas de defensa, no acepta irse.
Pareciera un conflicto limitado a Rusia y Japón en el Pacífico Asiático, sin embargo se une a aspiraciones de varios gobiernos en distintos continentes y complica el panorama internacional. ¡Ojo con esto!