¡Sálvense cómo puedan! | El Nuevo Siglo
Jueves, 27 de Enero de 2022

El artículo 124 de la Constitución establece que los servidores públicos están al servicio del Estado y la comunidad y que deben ejercer sus funciones en la forma prevista por la Constitución, la ley y el reglamento. La Constitución les prohíbe expresamente participar en política.

La alcaldesa pide que vendamos nuestras cosas. Afirmaciones que evidencian su desconocimiento total de la producción de capital y su evidente participación en política. Todo se lo regalan.

Sus acciones también dejan ver un malestar hacia las libertades individuales de que gozamos los ciudadanos en las democracias.

Basta escuchar al primer ministro del Reino Unido diciendo que confía en el juicio del pueblo del Reino Unido para determinar si deben o no usar máscaras. ¡Eso es una democracia! El buen juicio del pueblo es el que decide y nada debe ser impuesto ni limitado a la brava.

El ciudadano también tiene derecho a decidir si quiere meterse en un trancón infinito o no. Es su tiempo y su vida. Los ciudadanos cada día tenemos menos libertades al movilizarnos. ¡Esto no es Ámsterdam! Se oye decir. Que por cierto además de ciclorrutas tiene muchas vías para todos los modos de transporte.

A la alcaldesa la eligieron un poco más de un millón de bogotanos para gobernar alineada con los intereses y necesidades de todos los ciudadanos. Pero su principal objetivo ha sido meterse en política cosa que tiene prohibido. Obstaculizar el libre ejercicio de libertades individuales y hacerle imposible la vida al ciudadano.

¿La función de un alcalde es determinar y organizar las vidas de todos los ciudadanos como si fuera su casa? No hay ni un logro que demuestre que mejora la infraestructura de transporte.

Parece ignorar que quien da los recursos para el sueldo de ella y la ciudad es el ciudadano. A quien ataca y maltrata de forma sistemática como lo hace con su círculo. Deberíamos ir a la CIDH a denunciarla. ¿Es posible?

Por twitter comunica premios imaginarios y fotos de una ciudad maquillada que oculta sus verdaderos problemas. Al mejor estilo propagandístico del Tercer Reich o Maduro. Tapa la realidad con tal de ponerse más medallas ambientales y urbanas.

Me lo dijo un policía: La orden la alcaldesa es acabar el carro particular por eso está dedicada a multar a quien vaya a más de 50 km/h la inseguridad es lo de menos y no le importa. ¿Ni la policía la quiere?

Es una guerra declarada al carro particular únicamente no a sus carros oficiales. Esos si son buenos. ¿Hay reportes estadísticos sobre la accidentalidad en las vías en las que ordenó montar retenes de velocidad? La mayor contaminación proviene de las fuentes fijas y transporte público, no de los carros.

Invito a la alcaldesa para que no use sus camionetas blindadas que le damos y su esquema de seguridad y trate de vivir como les toca a todos los bogotanos.

Por fortuna nuestra institucionalidad es muy sólida todavía.

juanfelipereyes@hotmail.com