Si en Venezuela llueve… | El Nuevo Siglo
Martes, 28 de Febrero de 2017

Lo de Venezuela lamentablemente no tiene remedio. Lo dijimos en esta columna hace tiempos: esos gobiernos dictatoriales no se caen, salvo que el pueblo los tumbe. Y la oposición, que consiguió una mayoría aplastante, ha fracasado: fueron incapaces de revocar al Tribunal Supremo, elegido por Maduro de manera espuria; movilizaron masas pero luego las abandonaron dos veces para “negociar” con Maduro; dejaron que el proyecto de revocatoria fracasara, etc. María Corina Machado denunció ese fracaso. Ahora Maduro ha eliminado la señal de CNN, como hizo hace tras años con la de NTN, sin que Colombia dijera ni pío.

Y eso nos lleva a una consideración: Maduro hace y deshace e insulta gobiernos  y personajes extranjeros, al mejor estilo de un atarbán (o atarván), y no pasa nada. Los gobiernos de América Latina, algunos -ya no podemos decir muchos- de la misma cuerda del socialismo del siglo XXI, han demostrado una cobardía descomunal frente al régimen, a pesar de la actitud del Secretario General de la OEA, DON -con mayúsculas- Luis Almagro,  al que han dejado sólo en su lucha por la democracia . El caso de Colombia es emblemático: a los insultos de Diosdado al vicepresidente Vargas, el segundo cargo más importante del país, la Cancillería respondió tardía y tímidamente con una nota de protesta. La misma ha sido la actitud ante los cierres de frontera, el maltrato a los colombianos y las acusaciones contra el país. ¡Lamentable!

Si en Venezuela llueve, en Cuba no escampa. Le acaba de negar la visa a Almagro y otras personas que iban a entregar el premio Payá de derechos humanos. Pero de nuevo hasta los medios latinoamericanos callan acobardados. Colombia muy agradecida con Castro por su importantísima cooperación para enflautarnos el Acuerdo de La Habana. Afortunadamente, los malos vientos de Obama empezarán a soplar en otra dirección gracias a Trump.

Urge que la OEA acompañe a Almagro y aplique la Carta Democrática a Venezuela. Millones de personas viven y mueren en la miseria, con un desabastecimiento de más del 70%, una escasez de medicamentos casi absoluta  y una desnutrición superior a la de los wayuu en la Guajira, que ya es mucho decir. Mientras tanto Diosdado y el cartel de los soles siguen nutriéndose del narcotráfico que les envían las Farc desde Colombia y todos se hacen los de la vista gorda.

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Coda uno: Del escándalo de Reficar, con sobrecostos equivalentes a lo que costó la ampliación del canal de Panamá, no se volvió a hablar. ¿Pasará lo mismo con Odebrecht?

Coda dos: A juzgar por lo que publicó un diario, todos los argumentos de los que quieren revocar a Peñalosa son mentiras. Típico de Petro. Pero, según Imrix,  Bogotá pasó del puesto 7 al 5 en el peor tráfico urbano del mundo. La gente pasa unas ochenta horas al año en los trancones. Y don Trancón Bocarejo, el secretario de la inmovilidad, con tantos títulos a cuestas, se ha dedicado a poner policías acostados en todas las esquinas para disminuir la velocidad, en vez de tratar de que no se bloqueen las intersecciones y la gente no parquee a ambos lados de las vías donde está prohibido parquear.