Si este es el comienzo… | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Febrero de 2017

Mencioné en nota pasada algunos aspectos negativos de las políticas de Trump y uno, su posible actitud frente a los regímenes de extrema izquierda en Latinoamérica, que puede sernos beneficiosa. Esto, obvio, desde mi punto de vista, pues sus seguidores a ultranza no ven los inconvenientes de un proteccionismo mercantilista o de que los Estados Unidos se encierren en un “nativismo” que rechaza a quienes no son descendientes de los habitantes de las 13 colonias originales (no se refiere a los indígenas originales).  En dos semanas Trump ha sido fiel a sus proclamas populistas a pesar de enérgicas críticas, tanto al interior como al exterior.

Personalmente no tengo dudas de que su gestión presidencial será perjudicial, no sólo para los estadounidenses, sino para los países occidentales. Algunos le dan el beneficio de la duda y esperan que sus asesores morigeren sus ímpetus. Ojalá tengan razón. La economía mejicana ya se resiente de la confrontación con la administración Trump y la China se prepara para una posible guerra comercial e inclusive política, como sobre las disputas territoriales sobre el mar del sur de la China. Las relaciones con los europeos se han deteriorado y las manifestaciones de rechazo que le esperan, si va a Londres, no serán pequeñas. Los bravucones son rehenes de sus amenazas y en este caso nos ponen a todos en peligro.

Su última medida, prohibir la entrada a los Estados Unidos de los nacionales de siete países musulmanes, produjo un rechazo generalizado. Sin duda se debió al deseo de llevar a la práctica sus prevenciones contra los musulmanes e inmigrantes a quienes considera, en su mayoría, terroristas y claramente la medida no fue debidamente consultada. El derechista Instituto Cato asevera que ningún nacional de los países vetados ha dado muerte a alguien en los Estados Unidos entre 1975 y 2015. Y que en ese lapso sólo tres estadounidenses han sido asesinados a manos de refugiados, de los cuales hay 3,25 millones en el país. Más han sido asesinados por extremistas locales.

Una de las pocas propuestas de ambos candidatos presidenciales y de amplia acogida, fue restringir el alza de los precios de los medicamentos, casi la quinta parte de las drogas de marca han experimentado incrementos anuales de más del 20% y algunas hasta del 127% e inclusive del 600% entre 2008 y 2014. Esto nos afecta directamente pues adquirimos la mayoría de nuestros medicamentos de laboratorios estadounidenses. Trump se reunió con los presidentes de las farmacéuticas para urgirles la reducción de precios, pero, al día siguiente, sorpresivamente, cambió su actitud frente a los laboratorios. Al fin y al cabo estos son un fuerte grupo de presión y uno de los principales donantes a las campañas políticas.