En el mundo de los contenidos no hay nada más valioso que los eventos en vivo. Más si son eventos deportivos. Y mucho más si son partidos de fútbol. No existe un contenido más preciado y consumido que la final de la Copa del Mundo de fútbol, actualmente.
Pues bien, la final del Mundial de 2022 entre Argentina y Brasil quizá fue la última que vamos a ver por televisión tradicional. De acá en adelante se impondrá el fútbol por plataformas de streaming. La incursión de Netflix en los eventos en vivo es cada vez más potente y todo apunta a que en 2025 irá por todo lo alto.
Recientemente, Netflix tuvo una prueba de fuego: transmitió dos partidos de la NFL en vivo y en directo. Y los resultados más que positivos fueron abrumadores. Este hito se suma a la transmisión de la controvertida pelea de boxeo entre Mike Tyson y Jake Paul. Desde hace tres años, Netflix entendió que debía cambiar su modelo de negocio.
Las series y películas por streaming tuvieron su pico máximo en la pandemia. Lo que pasó fue que el competido mundo del streaming comenzó a tener muchas plataformas y poco contenidos. Todo fragmentó entre muchos y la gente, ciertamente, comenzó a no pagar por varias suscripciones sólo para ver películas y series. Por esto, todos tuvieron que incursionar de a poco en los eventos en vivo.
Tengamos en cuenta un dato. De acuerdo con un informe de Standard & Poor’s en Estados Unidos se pagó un total de 25.570 millones de dólares por los derechos de televisión y streaming relacionados con el deporte en vivo en 2023. La cifra de 2024 debió crecer entre un 15 y 20 por cierto. La cifra es una absoluta locura si tenemos en cuenta que sólo estamos hablando del mercado de los Estados Unidos.
Con este panorama, el fútbol sigue siendo muy atractivo. Sobretodo el fútbol de Selecciones. Recientemente se conoció que Netflix adquirió derechos para el Mundial Femenino Sub 20. Y así comenzó una relación con la FIFA que promete ser muy lucrativa. No olvidemos que Disney con ESPN tiene los derechos de casi todas las competencias de clubes, mientras que DirecTV todavía tiene el reinado de derechos en Selecciones. Pero está por cambiar drásticamente.
La conclusión de todo esto es que, muy posiblemente, este Mundial de 2022 sea el último que podamos ver por televisión abierta o por suscripción. La FIFA pondrá en el mercado los derechos y exclusividades para transmitir las próximas citas orbitales: y todo apunta que será streaming o desconexión.
Si me preguntan por una tendencia en 2025, diría que los eventos en vivo exclusivos por plataformas de streaming serán la regla. La era del streaming obligado se vine. Y no mañana, pasado. Es ya. O tienes suscripción al streaming o simplemente olvídese de ver eventos en vivo. Se viene una andanada de restricciones. Seguramente tendremos amargas noticias los que somos aficionados del ciclismo. Y así. Disfrutemos lo poquito que le queda a la libertad de ver televisión abierta.