Tres incógnitas sobre la triple A | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Diciembre de 2021

El portal “Primera Página” hizo, el pasado 10 de diciembre, una grave denuncia que hasta el momento no ha merecido ninguna explicación. Los hechos son los siguientes, según informó el mencionado portal:

La sociedad de activos especiales (SAE) que venía administrando el patrimonio de la empresa de servicios públicos de Barranquilla denominada triple A (desde cuando sobre ella se decretó la extinción de dominio después de un sonado caso en el que estuvieron envueltos personajes y empresas españolas), recibió instrucciones para transferir dicho patrimonio el municipio de Barranquilla. El distrito recibió el regalo través de su empresa de economía mixta denominada “Alumbrado público de Barranquilla” (Apbaq).

La formalización de dicha transferencia patrimonial se hizo en sonada ceremonia que tuvo lugar en la capital del Atlántico, a la que asistió como testigo de honor el presidente Duque. Se estima que el valor económico de la empresa transferida por la SAE al distrito de Barranquilla asciende a US$ 500 millones.

 

La empresa a través de la cual recibió el jugoso regalo la alcaldía de la arenosa, la Apbaq (empresa de alumbrado de Barranquilla), no es una sociedad 100% pública. Es una sociedad de economía mixta en la cual el municipio de Barranquilla apenas posee el 65% del capital, al paso que dos particulares, William Vélez, el zar del negocio de recolección de basuras y los hermanos José y Cristian Daes, vinculados a negocios turbios con el cartel de Cali recientemente, son titulares del 35% restante.

O sea, el publicitado regalo a Barranquilla no fue recibido en su totalidad por ella: 65% solamente fue a dar a la participación municipal en Apbaq, al paso que el 35% restante engrosó el patrimonio de dos particulares que son accionistas de la empresa receptora del valioso regalo. Si el valor estimado de la triple A es de US$ 500 millones, significa que los afortunados particulares de la sociedad receptora vieron acrecidos sus patrimonios en US$ 175 millones.

Se dice que el Distrito pagará este regalo con las “utilidades futuras”. ¡Vaya usted a saber cuándo y en qué monto! Luce más un negocio a “plazos calentanos” que de términos ciertos.

El jefe de Estado apostilló en la solemne ceremonia a la que asistió como testigo de honor lo siguiente: “Lo que nosotros queremos es que la triple A vuelva a Barranquilla para convertirse en un tesoro y que se cuide como un tesoro con total independencia fiduciaria de cualquier injerencia de carácter político”.

La operación de la que dio cuenta el portal “Primera Página” deja flotando, sin embargo, tres incógnitas sobre las transferencias que hasta el momento nadie ha dilucidado:

Primera, ¿Le es dado a la sociedad (SAE) que administra los activos que han pasado a la propiedad del estado por virtud de un proceso de extinción de dominio, transferirlos a una sociedad de economía mixta como la de alumbrado eléctrico del distrito de Barranquilla, sin que medie un proceso de pública subasta entre proponentes plurales en procura de obtener mejor rendimiento para el Estado?

Segunda, ¿hasta qué punto constituye un indebido enriquecimiento de US$ 175 millones, el hecho de que dos particulares hagan parte como accionistas de la agraciada sociedad de economía mixta que recibió el regalo de la triple A por parte del gobierno central?

Tercera, ¿podía la SAE entregar alegremente a una sociedad de economía mixta de Barranquilla, en la que el distrito solo es titular del 65%, un patrimonio tal valioso sin que mediara previamente una puja o una subasta pública entre otros particulares interesados en adquirirla.

Estas son las tres incógnitas que sombrean sobre la triple A. Sería bueno que los responsables nos entreguen las explicaciones correspondientes que hasta ahora no se han visto.