Trump y el gobierno de transición | El Nuevo Siglo
Viernes, 2 de Diciembre de 2016

Se rumora que a principios de año habrá una reestructuración ministerial. Probablemente Timochenko y Santos ya habían hablado sobre esto y de allí el que el cabecilla fariano haya dicho que “Destacamos la importancia que tendría para el país un gobierno de transición para el cumplimiento de los acuerdos, el cual debería ser integrado por todos los sectores que han trabajado sin tregua por ello”. Claramente 5.670 guerrilleros ya están pidiendo cogobernar hasta el 2018 para, cuando, esperan ellos, la “transición” habrá culminado en un gobierno de las Farc. Ya que el conejo se materializó, el lobo empieza a mostrar sus garras.

En el Congreso se aprobará todo lo que el Gobierno proponga, más ahora que controla un partido conservador “enmermelado” (¡Con Álvaro Leyva de convencionista conservador, ya las Farc infiltraron al partido!). ¿Podrá influir el nuevo presidente estadounidense para que Colombia no siga la senda chavista?

Trump  no es nuestro ideal para los Estados Unidos y, si no cambia muchas de sus propuestas de campaña (inmigración, musulmanes, tortura para los prisioneros en combate, comercio internacional, etc.) su gobierno podría traer graves consecuencias para su país y para el mundo. En lo que sí nos parece que su presidencia podría ser conveniente es en su actitud frente a las dictaduras comunistas.

El gobierno Obama se caracterizó por su condescendencia hacia los regímenes de extrema izquierda, nunca asumió una posición fuerte frente a la Venezuela de Chávez y Maduro; redujo las sanciones a Cuba y reanudó las relaciones diplomáticas con la isla; no trató de evitar la suspensión de las fumigaciones aéreas de los cultivos de coca en Colombia, y participó activamente en las negociaciones de Cuba, mediante un enviado especial, el señor Aronson que, extraoficialmente, las avaló desde el primer “acuerdo final.”

Trump, abiertamente, se ha opuesto a esta política: “Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano, pondré fin al acuerdo… hoy el mundo registra la muerte de un dictador brutal que oprimió a su pueblo durante 60 años… su legado es uno de escuadrones de fusilamiento, indescriptibles sufrimientos, negación de los derechos humanos fundamentales”

Con esto podemos hacernos una idea de cuál será la política del nuevo gobierno republicano para con las dictaduras socialistas. Aunque no conocemos ninguna manifestación de Trump respecto a Colombia, podríamos pensar que su política al respecto será diferente a la de su antecesor, que no habrá perdón para Simón Trinidad, que la presión será para la reanudación de la aspersión aérea de los cultivos de coca y que no será Aronson el que aconseje a los ministros de Santos en el proceso de implementación del nuevo acuerdo final. Esperemos que esto no sea pensar con el deseo.