Un plan necesario… | El Nuevo Siglo
Viernes, 3 de Mayo de 2019

El Plan de Desarrollo es la hoja de ruta que el gobierno propone para los cuatro años de mandato. Generalmente es consistente con lo que el otrora candidato a la presidencia de la República proponía hacer para su eventual gobierno. Sería ideal que, una vez elegido, el presidente de la República pudiera empezar a ejecutar dicho plan. Pues es lo que tiene sentido, si ya fue elegido por medio del sufragio universal por la mayoría de los ciudadanos y si se supone que estamos en una democracia, en la cual el gobernante nos representa a todos, ya que es físicamente imposible que todos gobernemos directamente. Y, ese derecho a gobernarnos a todos lo obtiene el gobernante una vez lo han elegido la mayoría de los ciudadanos. Pero la realidad es otra. A veces pasa hasta la mitad del periodo presidencial y el gobernante no puede hacer realidad su plan de gobierno pues debe cumplir con los trámites que ordena la Constitución Nacional y luchar contra el odio al progreso.

El Plan Nacional de Desarrollo del presidente Duque ya completa casi nueve meses sin que sea aprobado. Es decir que realmente el presidente tiene, en el mejor de los casos, dos años o menos para hacer lo que prometió hacer. Para realizar su gestión y desarrollar este país. ¿Tanto obstáculo político y de trámite y un plan tan corto no son una forma de retrasar el progreso del país? Esto, sin tener en cuenta que muy seguramente el gobernante que suceda a Duque querrá deshacer todo lo que se logró hacer en el gobierno anterior. Y, eso generalmente es lo que pasa con cada gobierno nuevo, no solo nacional sino localmente. ¿Cuánto llevamos en Bogotá tratando de hacer un metro, al vaivén del gusto o deseo de dejar su huella personal cada nuevo alcalde?

La última noticia es sobre el hundimiento en la Cámara de Representantes de 51 artículos del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno Duque lo que equivale al 15% del Plan de Desarrollo pues son 349 artículos.  Y, mientras tanto pasa el tiempo y nos inunda el atraso.

Puede sonar a primera lectura inconstitucional lo que entre líneas sugiero y seguro que lo es, pero tiene más sentido la sensatez y si confiamos en la democracia, debemos confiar en el gobernante y saber de antemano, que si fue elegido puede empezar a ejecutar su plan desde el primer día de gobierno.

Lo contrario es un despropósito ¿entonces para qué se elige un candidato presidente de la República si no puede materializar sus propuestas?  Además, debería haber un compromiso por la patria de que el gobernante construya sobre lo construido y no lo contrario. De otra forma jamás vamos a progresar, pues se trata sencillamente de un “nuevo comienzo” cada cuatro años que se repite sucesivamente y mientras tanto ninguno de nosotros veremos ningún progreso. 

@ReyesJuanfelipe