Nuestros abuelos decían: “El corazón tiene razones que la razón no entiende”
Las decisiones de los individuos permanentemente están sujetas a juicios de valor emocionales y la razón pocas veces define de manera sustancial las acciones en los procesos democráticos.
El juicio de valor constituye una evaluación capaz de discernir lo que está bien y lo que está mal, más a partir de lo que sentimos que de lo que pensamos.
Para Foucault: “la manera en la que nos conocemos y cuidamos de nosotros mismos, es un elemento que constituye la ética y su relación con la libertad”
“El trabajo sí implica una auto regulación de los deseos, pasiones y egos, lo que se relaciona con un cuidado de los otros. Quien no cuida de sí mismo, es objeto de sus pasiones, por lo que puede ejercer un exceso de poder frente a quienes lo rodean”. (Leidy Paola Bolaños Florido y Juan Pablo Montero Martínez- Diálogos entre ética y ciencias sociales Ced-Icesi)
Al vivir en una sociedad se está sujeto a circunstancias que mueven emocionalmente a los individuos cuando se decide por un candidato de su preferencia. Ortega y Gasset decía: “yo soy yo y mi circunstancia”.
Según Tomás Hobbes, “cuando la vida es solitaria, para evitar el autoexterminio, deciden fundar un poder fuerte y externo que los controle”
Juan Jacobo Rousseau advierte: “los hombres viven en un estado pacífico, pero sintiéndose débiles, deciden asociarse, con la idea de hacerse más fuertes sin dejar de ser libres e iguales”.
Posteriormente en el siglo XXI surgen las redes sociales, utilizadas frecuentemente para producir noticias falsas.
Yuval Noah Haran, historiador y escritor israelí, autor de “21 lecciones para el siglo XXI” expresa: “las tecnologías convierten la política en una especie de ejercicio de “marioneta” emocional, donde las personas se convierten en unos seres fáciles de monitorear y controlar”.
Estudios identifican dos tipos de electores. Por un lado, están los individuos que tienen buen conocimiento de los asuntos, responden de manera segura y coherente y, por otro, los que tienen ilustración precaria, actúan al azar, dejándose seducir por argumentos populistas.
¿Preguntémonos si los indígenas que asistieron a las marchas financiadas por el gobierno, tendrán conocimiento amplio y profundo sobre las reformas a la salud, pensional y laboral que tanto respaldan?
Algunos que privadamente criticaban a Semana, hoy estarán de fiesta, con el ataque que hicieron las mingas a este medio periodístico. En la celebración pregonarán que los medios son incendiarios, por denunciar la corrupción de ciertos personajes.
Curioso es que los indígenas, que son originarios de un departamento distante a la capital, en la toma de la Revista Semana, todo lo tenían bien calculado, sabían dónde era la entrada, cuál ascensor tomar para subir a la oficina de Vicky Dávila, lo que coincide con las estrategias de las tomas guerrilleras a los cuarteles militares para asesinar a nuestros agentes y población inocente.
Aquellos que se creen con la frente cubierta de laureles, lo que tienen son pulgas, como afirmaba Erasmo de Róterdam.