8 tendencias decorativas del hogar que ha dejado la pandemia | El Nuevo Siglo
La pandemia confirmó la importancia de tener lugares cómodos, inspiradores, con iluminación natural, sin ruido visual, y con objetos flexibles y livianos.
Foto archivo
Martes, 17 de Noviembre de 2020
Redacción Cultura

Desde los inicios de la pandemia, las medidas de aislamiento preventivo y los protocolos de bioseguridad transformaron los espacios y lugares donde las personas viven, estudian, trabajan y desarrollan sus actividades cotidianas. Ante esta realidad, Interior1, estudio de diseño especializado en el desarrollo de áreas educativas, corporativas y hoteleras, analizó los aprendizajes que dejó este período para el diseño de interiores.  

Para Natalia Heredia, socia fundadora y directora de la compañía, “Durante estos meses aprendimos a adaptarnos con los elementos existentes buscando ante todo la flexibilidad y adaptabilidad de los mismos. Para nuestro estudio, esta etapa ha sido de gran relevancia para repensar nuestra manera de proponer los espacios. El interiorismo es ahora una prioridad y debemos enfocarnos en el bienestar de las personas y cómo mejorar la calidad de vida de los seres humanos”. 

A propósito, Interior1 identificó las ocho grandes lecciones del interiorismo que deja el 2020:   

1. Personalización de espacios: Durante el aislamiento, los hogares se convirtieron en oficinas, gimnasios, centros de entretenimiento, escuelas y restaurantes. La flexibilidad y personalización, es el modelo que mejor refleja este período que se enfoca en implementar espacios menos rígidos, más personalizados y más conscientes de las necesidades. 

2. Muebles multifuncionales: Mesas extensibles, escritorios móviles, elementos multifuncionales, fueron unos aliados magníficos para aprovechar los espacios y modificarlos según las necesidades de trabajar, estudiar y descansar. Los muebles que se puedan trasladar y ajustar con facilidad fueron los preferidos. 

3. Espacios exteriores y verdes: Una de las grandes lecciones que dejó la pandemia es la necesidad que tienen las personas de disfrutar de la naturaleza. Hogares, oficinas, centros educativos y hoteles se esforzaron por traer hasta donde más pudieron el exterior al interior. La decoración y el aprovechamiento de las terrazas y los balcones cobraron gran relevancia; cada vez las personas pasan más tiempo ahí y además están en un ambiente seguro y protegido.  

4. Aprovechar la luz y ventilación natural: Los lugares con esta característica se convirtieron en los más codiciados para ubicar escritorios, sillas o puestos de descanso. La iluminación cumple un papel fundamental al momento de realizar cualquier tipo de actividad. “Hemos aprendido realmente lo que es vivir en nuestras casas más que dormir en nuestras casas y la diferencia es realmente grande”. Sabemos dónde llega el sol, dónde debemos localizarnos para recibir luz y ventilación en el momento adecuado y es el resultante de las mejoras no solo a nivel de salud física sino también a nivel emocional.

 

5. Primero la comodidad: Los diseños de los espacios más allá de un tema netamente decorativo, se enfocaron en ser funcionales; menos textiles, con entornos más cálidos pero más limpios. Los acabados y los materiales ante todo deben tener la premisa de repeler bacterias y el virus, además  de facilitar su cuidado y limpieza.   

6. Esquema ‘Phygital’: Este término se popularizó en los últimos ocho meses, y se refiere a la tendencia híbrida que permite combinar la presencia física con esquemas digitales para trabajar, estudiar o hasta para comunicarse con los amigos y familiares. Su experiencia confirmó que se trata de un esquema que funciona y que además beneficia la calidad de vida de las personas, porque disminuye el contacto físico, desestimula el desplazamiento y largas distancias para ir de un lugar a otro. 

7. Tecnología amigable y segura: La pandemia aceleró tendencias tecnológicas que ya se venían incubando en los espacios y son estas las mejores aliadas que nos han permitido relacionarnos con las personas durante la pandemia. Nos hemos dado cuenta qué funciona y qué nos mejora la calidad de vida en múltiples facetas lo que nos lleva a diseñar con base a que estas herramientas puedan funcionar de una manera segura, cómoda y adaptable.

8. Espacios colaborativos: Las oficinas, los hoteles y los centros educativos cada vez y con más fuerza están migrando su estructura, para contar con salas de reuniones creativas, interactivas, sitios especiales para tareas de baja/mediana/alta concentración, lugares que promuevan la integración, socialización y creatividad; los puestos móviles/itinerantes y el trabajo en equipo.