Aprenda a controlar oxidación celular | El Nuevo Siglo
Martes, 1 de Septiembre de 2015

LA OXIDACIÓN celular en los seres vivos hace parte de toda la actividad metabólica que se desarrolla en el organismo de manera natural, con el uso de oxígeno para el aprovechamiento de nutrientes y el desarrollo celular. Este elemento, imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo, es también la fuente de unas moléculas denominadas radicales libres (especies reactivas de oxígeno), cuyo exceso y acumulación generan procesos patológicos como cáncer, envejecimiento prematuro, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, artritis, cataratas, hepatitis, diabetes y fallas renales.

Desde hace varios años ha crecido el interés en la sociedad por percibir el impacto que tienen los procesos de estrés oxidativo. Los antioxidantes se han convertido en un tema de diálogo frecuente sin que sobre ellos haya un claro entendimiento. Es por eso que investigadores de Antioxlab buscan generar conciencia sobre el alcance y potencial de los antioxidantes y de las herramientas que ofrece la ciencia para sacar el mejor provecho de ellos.

 

Años de investigación sobre el tema han definido que el estilo de vida de una persona es determinante para modificar y retrasar el proceso oxidativo en el cuerpo. “Implementar hábitos alimenticios saludables, practicar ejercicio moderado y a la medida, además de suplementar la alimentación con los antioxidantes indicados según el caso, pueden retrasar los procesos de estrés degenerativo”, afirma el doctor Juan Carlos Salazar Giraldo, médico cirujano e investigador líder en Antioxlab.

 

Este experto afirma que los antioxidantes son el principal mecanismo de defensa contra los radicales libres que inducen a la pérdida progresiva de la función celular. “De allí la importancia de hacer un adecuado diagnóstico del estado antioxidante del paciente para aplicar una suplementación basada en las reales necesidades del paciente y no de manera generalizada, pues una inadecuada administración de antioxidantes puede, incluso, empeorar el estado de oxidación del paciente”, afirma  Salazar.

 

La cuantificación de antioxidantes enzimáticos y no enzimáticos presentes en el organismo humano puede ser establecida mediante una herramienta de laboratorio que define el estrés oxidativo y sugiere tratamientos precisos para equilibrar este desbalance pro oxidante antioxidante. El sistema de defensa antioxidante de nuestro cuerpo tiene muchos componentes, así, una deficiencia en cualquiera de estos componentes puede causar la reducción en el estado antioxidante total del individuo. Esta reducción se vincula a diferentes tipos de enfermedades cardiovasculares, cáncer, artritis reumatoidea, diabetes, retinopatía y envejecimiento, entre otras.

 

El doctor Salazar afirma que mediante esta prueba es posible determinar cuál es el estado de esos mecanismos antioxidantes naturales, qué tan bien estan funcionando y cuáles son sus concentraciones y actividad en el organismo. Con ello se define la suplementación requerida con antioxidantes y a la vez abordar con mayor precisión la falencia del organismo en un estado oxidativo.

 

Cualquier persona puede realizarse esta prueba, sin embargo, es altamente recomendada en pacientes con una mayor susceptibilidad a estrés oxidativo, por ejemplo, personas de la tercera edad, niños, deportistas de alto rendimiento, pacientes con afecciones cardíacas o con tendencia a ellas, envejecimiento prematuro, enfermedades degenerativas tipo cáncer, fumadores, pacientes susceptibles al estrés. Así mismo, las personas que no lleven hábitos de vida saludables, pero que están atentos a la importancia de verse y sentirse bien.

 

Estos expertos buscan ampliar el conocimiento sobre este tema en la comunidad médica y los pacientes, puesto que existe la idea de que los antioxidantes se abordan exclusivamente para tratamientos estéticos. “En la medida que envejece la piel, también lo hacen los órganos internos y los mecanismos de compensación orgánicos sufren un importante deterioro. La oxidación es un tema clave en muchas otras especialidades como la cardiología, la medicina del deporte, oftalmología, neumología, oncología, nutrición y dietética, dermatología, endocrinología, ortopedia y medicina interna”, concluye Salazar.