Arranca juicio a bailarín por ataque con acido | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Octubre de 2013

El juicio del bailarín del Bolshoi Pavel Dmitrichenko, principal sospechoso de la agresión con ácido al director artístico del ballet Serguei Filine se abre este miércoles en Moscú, tras un serie de escándalos sin precedentes en el prestigioso teatro ruso.

En detención provisional desde marzo, Pavel Dmitrichenko, 29 años, es sospechoso de haber organizado con dos cómplices el ataque del 17 de enero contra Serguei Filine, quien resultó gravemente herido en la cara y prácticamente perdió la vista.

El bailarín, solista en el Bolshoi, podría ser condenado a 12 años de cárcel.

Dmitrichenko tenía un conflicto personal con Filine, a quien le acusaba de haber despojado a su pareja, Angelina Vorontsova, del papel principal en el Lago de los Cisnes.

Filine, tras someterse a un trasplante de piel y varias operaciones de los ojos en Alemania, reanudó en septiembre su trabajo en el Bolshoi, acompañado siempre por un guardaespaldas. Lleva gafas negras y su rostro sigue marcado por las quemaduras.

Pavel Dmitrichenko desmintió en agosto ante el tribunal haber planeado el ataque con ácido, pero admitió haber aceptado la propuesta del presunto ejecutante, Yuri Zarutski, de "pegar a Filine".

"Pero no podía imaginarme que era capaz de perpetrar un crimen tan salvaje", afirmó.

El juez de instrucción encargado del caso, Dimitri Altynov, afirmó el miércoles en una entrevista con el diario popular Moskovski Komsomolets, que el uso de ácido, paradójicamente, había salvado la vida a Serguei Filine, según Zarutski, quien tiene antecedentes judiciales.

"Zarutski afirmó que si hubiera empezado a dar puñetazos a Filine, podría haberle matado, algo que no quería hacer", dijo el juez.

Altynov reveló también por primera vez que Filine, en sus declaraciones tras el ataque, designó como sospechosos a Dmitrichenko y al bailarín Nikolai Tsiskaridzé, profesor de Angelina Vorontsova.

La agresión de Serguei Filine originó un escándalo sin precedentes en el teatro ruso más famoso, al sacar a la luz feroces rivalidades internas./AFP