La prestigiosa National Gallery consiguió reunir la mayor cantidad de pinturas nunca vista en un solo lugar del gran maestro renacentista italiano.
Los londinenses tendrán la oportunidad de poder ver más de la mitad de los cuadros pintados por Leonardo da Vinci, entre ellos el recientemente atribuido Salvator Mundi y las dos versiones de La virgen de las rocas pero no la famosa Gioconda.
La muestra se centra en el periodo que Da Vinci pasó en la corte de Milán, en las décadas de 1480 y 1490, al servicio del gobernador Ludovico Sforza, 'El Moro', quien le dio por primera vez el dinero, el tiempo y el espacio para expresarse.
"Lo que vemos aquí es un recorrido extraordinario, que lleva a Leonardo de ser un artista que creía que su responsabilidad era documentar la naturaleza tan precisamente como fuera posible a un artista que creía que sus dotes creativas eran similares a las del propio Dios", explicó su comisario Luke Syson.
La estrella inesperada de la exposición es Salvator Mundi (El salvador del mundo), que el público podrá descubrir por primera vez desde su autentificación este año.
Pintado hacia 1499, este óleo sobre tabla, que representa a Cristo repartiendo su bendición con la mano derecha y con un globo de cristal en la otra, había sido atribuido a uno de sus pupilos, tras haber estado perdido durante dos siglos.
La pinacoteca londinense ha querido presentar este cuadro todavía polémico, propiedad desde 2005 de un consorcio neoyorquino y cuyo precio podría rondar 200 millones de dólares, para que, comparándolo con las otras obras del artista, cada uno pueda formarse su propio juicio.
El otro plato fuerte será la reunión inédita de las dos versiones de La Virgen de las rocas, cuya existencia siempre ha intrigado a los expertos.
El Museo del Louvre accedió excepcionalmente a prestar la primera, pintada entre 1483 y 1486, para que pueda ser exhibida cara a cara con la de la National Gallery (1491-1508), cuya reciente restauración fue el germen de esta ambiciosa exposición.
Esta obra está inacabada, como muchas de las de este "pintor filósofo" artista que se caracterizaba, según el Museo, por "su incapacidad para terminar los encargos", por otra parte numerosos.
"Cuando miras de cerca, te das cuenta de que algunas partes del cuadro van apenas más allá del boceto inicial, por ejemplo la mano del ángel que aguanta la espalda del niño Jesús", explicó Larry Keith, director de Conservación de la pinacoteca británica.
El público podrá ver también por primera vez yuxtapuestos los tres retratos milaneses del genio florentino, entre ellos La dama del armiño (1488/90), considerada su obra maestra de ese periodo, aunque fue eclipsada en una etapa posterior por La Gioconda (1503-1506), que hoy no se mueve del Louvre.
Robado por los nazis y restituido después de la II Guerra Mundial, La dama del armiño, un óleo que representa a una amante del duque de Sforza, termina en Londres un periplo que ya le llevó a Madrid y Berlín, antes de regresar durante al menos 10 años a Polonia.
Los otros dos son La bella herrera (1492-1494) y el Retrato de un músico (1485/87), el único masculino que pintó Da Vinci en toda su carrera.
La etapa milanesa del pintor, escultor, arquitecto e ingeniero estuvo también marcada por La última cena, que estará representado por "una de sus mejores y más tempranas copias" utilizada para la restauración del mural original, obra de su discípulo Giampetrino (1500-1550).
Medio centenar de dibujos relacionados con las pinturas, muchos de ellos prestados por la reina Isabel II de Inglaterra, completan esta exposición que podrá verse hasta el 5 de febrero.
Pese a que los organizadores decidieron limitar el número de visitantes para evitar las muchedumbres, "Leonardo da Vinci: pintor de la corte de Milán", amenaza el récord establecido en 2007 por "Velázquez", que atrajo a más de 300.000 personas.
"Ya hemos vendido un número sin precedentes de entradas", declaró la National Gallery, cuya web señala que no hay sitio hasta mediados de diciembre./AFP