Atento al microbioma humano | El Nuevo Siglo
Jueves, 16 de Julio de 2015

EL TÉRMINO atopía fue acuñado por primera vez en 1923 para referirse al estado de hipersensibilidad anómala que presentan ciertos individuos ante la presencia de sustancias o condiciones que para el resto de la población son inofensivas.

El modo de herencia de esta condición es poligénica multifactorial. Los atópicos se caracterizan por responder a antígenos denominados alérgenos dando origen a diversas manifestaciones clínicas.

Cada vez más niños, hasta un 20% en países occidentales, sufren atopía debido a la exposición temprana a productos alergénicos como perfumes, lana, animales, etc. Aunque el factor determinante es el de una predisposición genética heredada, la alimentación con leche materna durante el primer año disminuye tanto la incidencia como severidad del cuadro, asociándose el gran aumento de la atopía con la disminución de la lactancia materna. Sin embargo, no hay evidencias que sustenten de manera conclusiva esta aseveración.

La prevención primaria, evitando la exposición a aeroalérgenos, como caspa humana, caspa animal, polvo de ácaros y polen, es útil en la atopía extrínseca, pero no es tan útil en la atopía intrínseca.

No existiendo un consenso sobre la naturaleza exacta del cuadro, el manejo se encamina a la supresión de la sintomatología, ya sea respiratoria (rinitis, asma) o dermatológica (dermatitis atópica), y está basado en el tratamiento de la reacción alérgica con antihistamínicos, inmunomoduladores, emolientes, esteroides tópicos suaves y, excepcionalmente por los riesgos de su uso, con esteroides sistémicos.

Luz de alivio

Pero el panorama hoy en día ya no es tan desalentador, los microorganismos y bacterias presentes en el cuerpo, conocidos como microbioma humano, influyen directamente en las enfermedades inflamatorias, como la dermatitis atópica.

El microbioma humano es el nombre dado al grupo de microorganismos y bacterias que habitan en nuestros cuerpos. Su ecosistema natural protege nuestra piel de las agresiones externas y actúa como un segundo genoma, interactuando con nuestro cuerpo para asegurar su funcionamiento saludable.

Estudios recientes muestran la influencia del microbioma humano en términos de obesidad, diabetes y otras enfermedades comunes, demuestran que este tema se está convirtiendo en un importante foco de debate.

El área de investigación de L’oréal y su marca francesa dermatológica, especializada en el cuidado de las pieles sensibles, La Roche – Posay, ha desarrollado un interés particular en su naturaleza, lo que ha dado paso a sus propias investigaciones sobre su comportamiento en pieles atópicas.

La investigación, que se realizó en colaboración con seis centros universitarios de todo el mundo, entre ellos Pasteur de París y Shanghái, ofreció datos que logran acercase un poco más a la comprensión del cuidado de la piel, permitiendo profundizar en la cartografía de microbioma de la piel sana. Por lo tanto la investigación en este campo puede ayudar con el diagnóstico y tratamiento de pieles atópicas, así como influir en el futuro de la cosmética.

¿Qué son las pieles atópicas?

La dermatitis atópica, o eczema atópico, es una afección crónica de la piel, muy común, que afecta principalmente a los niños a partir de los tres meses de vida, y, en casos especiales, a algunos adultos. Es de tipo alérgico e inflamatorio y tiene como consecuencia una piel seca y rugosa en algunas zonas.

Su frecuencia de aparición, a lo largo de los años, ha aumentado debido a la alteración significativa de la estructura del microbioma humano, dando como paso un sistema inmune muy reactivo. Así mismo, factores actuales como la contaminación, humo del cigarrillo, niveles altos de exposición al sol, entre otros, han dado paso a su acentuación en la población.

Como consecuencia de la modificación de la barrera de la piel y de la alteración del microbioma humano hay factores como el medio ambiente, capaces de provocar una reacción alérgica, conocida como alérgenos. Estos penetran profundamente en las capas más bajas de la epidermis estimulando el sistema inmune. Esto provoca que aparezcan los síntomas clínicos del eczema atópico: Picor intenso, sequedad, enrojecimiento de la piel y presencia de eczemas que se pueden volver crónicos.

Tratamiento

Lo más importante para su tratamiento es detener de manera rápida los brotes y mantener la piel hidratada durante los intervalos en los que no está presente la alergia. Por ello, teniendo en cuenta que las pieles atópicas tienen necesidades diferentes, es importante contar con productos idóneos que restauren la barrera hidrolipídica y aporten hidratación para, finalmente, reducir los episodios alérgicos que se dan, también, por el uso de ropa irritante, exposición a calor o frío exagerado, o cualquier elemento externo que pueda aumentar el malestar.

Durante los últimos 25 años, este laboratorio ha estado poniendo su experiencia al servicio de los millones de pacientes que sufren de piel atópica. Llevaron a cabo una investigación de 50 pacientes para analizar los efectos de Lipikar sobre el microbioma de la piel humana, mostrando que el estado de la piel atópica después de tres meses de uso es considerablemente mejorado, la barrera de la piel se restaura, el microbioma se re-equilibra, las crisis se espacian y disminuye el prurito después del tratamiento.