Catatonia, un musical para reír y llorar | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Mayo de 2015

LAS pasiones incendiarias que hierven en el camerino de un circo popular en clave de comedia mordaz, serán las que se tomen la Casa del Teatro Nacional, pues Catatonia, el musical escrito por Juan Carlos Mazo, pone en escena los goces y las impotencias de un grupo de artistas al borde del fracaso.

 

Todo ocurre bajo la carpa de un circo pobre, llena de ropa colgada, cajas de cervezas y objetos consumidos por el tiempo. Un camerino repleto, saturado, sucio, viejo y desgastado. Este es el imperio decaído de Doña Mariela, ex-reina vallecaucana del chontaduro y jefa forzada por la huida de su marido Bernardo, quien lleva meses sin regresar de un viaje de negocios… Con su celular siempre prendido y una licorera, tapa su malestar con sus impulsos autoritarios hacia el joven Samacá, huérfano casi esclavizado con rasgos de Harry Potter.

 

Allí también vive la escultural Solange, adicta al perico y con un secreto íntimo que traiciona su voz con su compañero, el recién desaparecido mago Óscar. También está Arturo, barranquillero fugitivo que tiene una burra que sabe sumar y un hijo por allá en su Costa natal. El payaso Marlon, un esquizofrénico hombre en búsqueda de sus pastillas, único remedio para que desaparezca ese maldito payaso calvo que le habla al oído. Ellos y muchos otros personajes harán de la última función de este circo moribundo, una función que narra la tragedia a ritmo de cabaret, cumbias, tangos, y melodías desconocidas.

 

Director

 

Juan Carlos Mazonació en Medellín el 22 de septiembre de 1983. Desde los 10 años inició sus estudios en artes escénicas. A los 16 años continuó sus estudios de arte dramático en la escuela Efraín Arce Aragón de Medellín donde recibió el título de actor profesional en el año 2000. Ese mismo año escribió su primera obra de teatro musical inspirada en el cuento de Gabriel García Márquez Un señor muy viejo con unas alas enormes para el festival de teatro juvenil del Ágora, la cual ganó el premio del jurado y del público. Después se trasladó a Bogotá a estudiar publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, al tiempo tomaba talleres de actuación y dirección con los maestros Humberto Rivera y Miriam De Lourdes. Al terminar sus estudios, entró a dirigir el teatro del Montessori British School en Bogotá, donde realizó más de 10 montajes musicales infantiles. En 2012 viajó a Las Vegas /EEUU, donde tomó un curso de teatro musical en el marco de So you think you can dance Experience.

 

En 2013, fue asistente de dirección del exitoso musical del Teatro Nacional, Mentiras. En ese mismo año, decide crear La Jácara Mojiganga con su primera obra profesional, El bolero de Rubén, musical seleccionado para el XIV FITB. En 2014, escribió Sangre y levadura, el micro-musical, en el marco de Un cuarto para las siete, serie de CasaE, la cual fue seleccionada como una de las mejores del año y también hizo parte del XIV FITB. En septiembre de 2014, mientras preparaba Catatonia, lanueva producción, escribió y dirigió De cantina en cantina. Un musical que mezcla, en una historia dramático-cómica, grandes éxitos de la música popular.