“Colombia tiene relación conflictiva con su historia”: Serrano | El Nuevo Siglo
El autor Enrique Serrano López, nacido en Barrancabermeja, es también el actual director del Archivo General de la Nación.
Foto cortesía AGN
Viernes, 17 de Septiembre de 2021
Redacción Cultura

El escritor Enrique Serrano López es uno de los invitados a la Feria Internacional del Libro de Madrid 2021 (España), donde participó en un conversatorio con su homólogo Juan Esteban Constaín, este jueves y viernes. 

Serrano, actual director del Archivo General de la Nación, se refiere en esta entrevista con EL NUEVO SIGLO a la relación existente entre historia, documentos y archivos.

EL NUEVO SIGLO: ¿Con qué expectativa llega a la Feria Internacional del Libro de Madrid?

ENRIQUE SERRANO LÓPEZ: Se trata de un escenario para la literatura y para la cultura colombiana, es una gran oportunidad para dar a conocer la muy rica historia de nuestra literatura en los años recientes.

ENS: ¿Por qué Colombia fue el país invitado este año?

ESL: Colombia concita un interés nuevo, se ha convertido en un país mucho más visible de lo que era hace unos años. Además, los resultados del proceso de paz, todavía en transición y con muchas complicaciones, llaman la atención de mucha gente en todo el mundo. Colombia es un destino que se estaba abriendo no solo en lo turístico, sino que mucha gente que había leído alguna cosa sobre Colombia alguna vez, ahora necesita un conocimiento más completo y actualizado.

ENS: ¿Usted va a exponer alguna de las obras en particular?

ESL: No, voy en misión oficial a hablar sobre archivos, libros y un poco la relación entre archivos e historia que es tan problemática, tan polémica, y que necesita una explicación más profunda sobre qué es lo que estamos haciendo para la preservación de la memoria como una entidad a través de la cual sea posible descifrar, según la visión de cada quién, el pasado y su relación con el presente.

ENS: ¿Cómo se llama su ponencia?

ESL: En realidad es un conversatorio compartido con Juan Esteban Constaín, se llama ‘Archivos e Historia’. Vamos a hablar sobre el papel que los archivos están cumpliendo en la reconstrucción de la memoria de las naciones, cosa que es muy polémica y se presta a muchas interpretaciones.

Yo voy a hablar de ese derecho a que cada quién vaya formando su opinión sobre lo que pasó, porque en la riqueza de ese debate es donde finalmente se va decantando la verdad histórica, o una verdad que podamos llamar verosímil para entender a un país, en este caso Colombia.


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ENS: Y justamente ese es el rol del Archivo General de la Nación…

ESL: Así es, el Archivo General de la Nación es el repositorio donde están los documentos, aquí es a donde deben venir los investigadores a refrendar cosas que no saben sobre un pasado que en buena medida nos es mítico, no es mágico. La gente prefiere el Macondo puramente de ficción de García Márquez a una investigación profunda sobre la masacre de las bananeras de 1929, lo que se pierde hoy es la perspectiva histórica que hace que la gente no pueda entender cómo pensaban las personas hace 50, 100 o 200 años, y eso es lo que a mí me parece grave.

ENS: ¿Qué piensa de la polémica que se generó porque algunos escritores no fueron invitados?

ESL: Pues afortunadamente se trata de una crisis ya superada que el embajador (de Colombia en España) Luis Guillermo Plata ha explicado y aclarado.

Considero que se trata de un asunto característico de la cultura colombiana que no incide en el gran objetivo que todos perseguimos: dejar el nombre de Colombia muy en alto en la Feria Internacional del Libro de Madrid 2021.

ENS: ¿Cuál es el mensaje de Colombia para la comunidad literaria internacional en esta feria?

ESL: Es demostrar que Colombia está viva, que tiene una fuerza y un poder de expresión que tradicionalmente se le ha reconocido pero que ahora tiene muchas más voces. Es mostrar que Colombia es más que conflictos, que la sociedad es más que sus defectos que efectivamente tiene, pero que hay otras alternativas, posibilidades y riquezas que a mi juicio son poco conocidas y bien merecen ser destacadas.

ENS: ¿Colombia está pasando por un momento muy rico en materia de producción literaria?

ESL: Sin duda. Desde hace varios años Colombia es uno de los países que más fuerza muestra no solo en reconocimientos literarios y premios, sino con mucha actividad literaria en las regiones, con muchos escritores jóvenes. Es una vitalidad que hay que preservar, que jamás hay que perder.

ENS: ¿Cómo se puede definir ese ‘boom’ literario?

ESL: Lo que creo es que el interés en Colombia se ha vuelto más universal y más sincero, entonces se recurre a narradores de gran calidad, novelistas, ensayistas, cuentistas, que tienen mucho que decir y además tienen diversas posiciones. Esa es la gran expectativa que generó, por ejemplo, el proceso de paz y este desafío tan terrible de la pandemia.

Estas cosas que han ocurrido recientemente reflejan una nueva literatura, una nueva vocación de narración. Por eso yo creo que el boom que estamos viviendo hay que aprovecharlo y, por supuesto, hay que reivindicarlo como una de las muchas expresiones de la literatura colombiana.

ENS: ¿El tema de la paz ha permitido mostrar al mundo otras facetas de Colombia menos conocidas hasta hoy?

ESL: Sí, porque desde 2016 ha creado una gran expectativa, el mundo entero está interesado en ver si Colombia verdaderamente está saliendo delante de esos desafíos o, si por el contrario, está muy lejos de alcanzar una estabilidad y una concordia verdaderas y admirables.

Por supuesto, hay vivas polémicas y eso explica, en buena medida, que haya tantos escritores, tantas novelas, tantos premios, tantos reconocimientos en un país de una innegable vocación literaria, y no solamente por García Márquez y su glorioso pasado sino porque vive un presente muy atribulado pero que es una gran expresión de vitalidad, de fuerza, de gran poder.


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ENS: ¿Falta impulso a la literatura regional?

ESL: Sí. Todavía no hay una lógica editorial poderosa que permita mostrar todo eso con la relevancia necesaria. El Ministerio de Cultura se ha propuesto llegar con programas a más gente, lograr que se conozcan los libros en escuelas y colegios, a través de las redes sociales y muchos otros instrumentos electrónicos. Todo eso nos ha enriquecido profundamente.

ENS: Los jóvenes leen cada vez menos libros físicos. ¿Hay que volver a poner el tema en la agenda nacional?

ESL: Hay fenómenos globales que están cambiando la sociedad colombiana, y eso tiene que ver con los jóvenes, con la manera en que asimilan las nuevas tecnologías. El libro de papel pertenece a las viejas tecnologías y, por tanto, se le ve como algo desueto. Lo que está cambiando a toda velocidad son las plataformas a través de las cuales la gente accede a la literatura y a la lectura.

Yo creo que es injusto decir que los jóvenes no leen nada, pero no hemos encontrado el método para incentivarlos y motivarlos hacia las nuevas plataformas de lectura. De todas maneras el nivel de lectura sigue siendo bajo y el peso de la cultura oral sigue siendo alto. Lo que se puede hacer es trasladar el sentido clásico de la literatura a las nuevas plataformas que pudieran hoy conmover a jóvenes que están habituados a otras prácticas distintas de lectura.

ENS: En Colombia hay muchas expresiones literarias, pero la literatura histórica es menor. ¿A qué se debe ese fenómeno?

ESL: Creo que es porque Colombia tiene una conflictiva relación con su historia, y así lo he planteado en mis libros. La historia es algo que se puede contar de mil maneras, y esto tiene connotaciones políticas. Hay muchas cosas que al pueblo colombiano y especialmente a la gente joven no le gusta recordar.

ENS: Por ejemplo…

ESL: Por ejemplo, hay gente que tiene el énfasis absoluto en la violencia y solo lee literatura que tiene que ver con la violencia de nuestro país. Si hoy apareciera un libro como La María, escrito por un escritor contemporáneo, a nadie conmovería. La novela histórica nunca ha sido de cultivo especial del público colombiano, yo soy consciente de eso.