Consumir alimentos crudos es bueno | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Octubre de 2015

SE TRATA de un tipo de alimentación basada en alimentos frescos y en estado original, tal como son producidos por la naturaleza. Estos poseen toda la vitalidad nutricional que el hombre necesita para desarrollar su vida, puesto que permite la ingesta de cada una de lasproteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales que puede tener una comida.

Las dietas de alimentos crudos son estrictamente limitadas en las comidas que se pueden consumir, pero raramente tienen restricciones de porciones, debido a que este tipo se comidas son usualmente bajas en grasas y sólo contienen azúcares naturales, por lo que no sobrecargan el organismo.

La nutrición actual, en la que predominan las comidas cocidas, embutidas, industrializadas, con alto contenido de grasas y azúcares, son más riesgosas de lo que se creería, pues se cree que por el hecho de estar cocinadas las bacterias que estas pudieran tener desaparece, pero no es así, ya que muchos de estos tiene conservantes y grasas artificiales, que una vez en el interior, éstas van transformando todo en toxinas, generando distintas enfermedades.

 

La alimentación viva, en cambio, es naturalmente baja en calorías y, si está correctamente balanceada, es rica en proteínas, enzimas, grasas poliinsaturadas, aceites esenciales, agua estructurada y una gran variedad de minerales. Todos estos elementos conducen a un nuevo equilibrio en la relación del cuerpo con sus combustibles, mejorando la salud.

 

Los alimentos más recomendadas para ingerir crudos son tanto las frutas como los vegetales, puesto que pueden ser acompañados con cualquier alimento, además de los pescados, carnes blancas, cereales, legumbres y frutos secos.

En el caso de los vegetales crudos, aunque también pueden ser consumidos cocinados (por ejemplo hervidos o al vapor), lo habitual es comerlos en deliciosas ensaladas, ideales por su bajo contenido calórico y su riqueza en virtudes, propiedades y beneficios nutricionales.

·         Especialmente ricos en agua, aportando hidratación a nuestro organismo.

·         Ricos en vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para nuestro organismo.

·         Ricos en fibra.

·         Destaca su alto contenido en antioxidantes.

·         Bajo contenido calórico, ideal en cualquier dieta saludable.

 

Estos son algunos de los beneficios más relevantes que la comida no cocinada:

 

·         Mayor aporte de nutrientes: Muchos nutrientes desaparecen o están en menor cantidad como consecuencia de la cocción.

·         Ahorro de tiempo y de energía (para cocinar): Preparar los alimentos crudos es muy rápido y no necesitamos leña, carbón, electricidad o gas.

·         Mayor aporte de energía: Mucha gente se siente con más energía si toma alimentos crudos, ya que no se ha perdido la energía que acumulan con la fotosíntesis.

·         Más digestivos: Los alimentos crudos se suelen comer de un modo más simple y apenas necesitan salsas fuertes por lo que la persona se siente más ligera y no padece tanto la somnolencia de después de las comidas.

·         Normaliza el peso:se drenan la toxemia crónica acumulada.

·         Optimiza el descanso:Mejora la calidad del sueño reparador.

·         Mejora la respuesta inmune:Se activa el orden endocrino.

·         Incrementa el nivel energético:Hay más energía disponible.

·         Obtiene paz y orden mental:Los pensamientos son más claros y serenos.

·         Supera las adicciones de todo tipo:Disolvemos la causa profunda que las genera.

·         Puede revertir o parar el avance de enfermedades crónicas: problemas cardiovasculares y cáncer.

·         Más conectado con la tierra:Comer productos frescos acabados de recolectar no tiene precio, pues genera mayor conexión y arraigo con la tierra. Comer alimentos procesados o congelados no deja la misma sensación.

Desventajas de los alimentos crudos

·         Hinchazón y gases: Muchas personas no toleran bien, al menos al principio, el exceso de alimentos crudos.

·         Sensación de frío: En invierno los alimentos crudos nos dan más sensación de frío. En verano, en cambio, nos refrescan y calman el calor.