En la capital del país existe un centro de experiencia gastronómica que quizás muy poca gente conoce. Se trata de 65B, un lugar que nació hace un año en la zona industrial y que hoy en día se considera uno de los atractivos recurrentes de Bogotá.

Es así como el extraordinario sitio brinda la posibilidad de que la persona deguste el menú de la película que está viendo. Comenzaron con dos de ellas: "Ratatouille" y "Kung Fu Panda".

EL NUEVO SIGLO habló con una de las creadoras del sitio, María del Pilar Arias, quien comentó que, más que un restaurante, 65B es un centro de experiencia inmersivo que le permite al visitante explorar el menú de las películas mientras está frente a la pantalla.

“Es un negocio familiar, lo creamos mi hijo (Juan Felipe) y yo, con el apoyo de mi esposo, hace un año, para enseñarle a la gente sobre sostenibilidad por medio de la gastronomía. Aprovechando que teníamos toda la infraestructura, decidimos montar este proyecto innovador: nuestro centro de experiencia enfocado en hacer una propuesta diferente, es decir, un cine inmersivo”, explica María del Pilar.

Esta mujer es una apasionada de la sostenibilidad y de la gastronomía. Pudo fusionar estas dos grandes pasiones para crear el centro de experiencia inmersivo y ofrecer una vivencia agradable al público y que además aporte un grano de arena al medioambiente.

“Diseñamos una programación muy dinámica y experiencial para todos nuestros visitantes con la autorización de las licencias de las películas por el tema de los derechos de autor, porque queremos hacerlo todo bien. Además, porque en septiembre vamos hacer la experiencia con otras películas, porque hemos visto que a la gente le ha gustado mucho".

“Lo primero es que la gente entienda que es un concepto innovador. Lo que hacemos es que le contamos el objetivo del lugar, el tema de la sostenibilidad, el reciclaje. La persona puede escoger 'Ratatouille' o 'Kung Fu Panda' y mientras va viendo la película, va comiendo los platos que se presentan allí, es decir, nosotros le vamos colocando en la mesa el menú de la película a medida que esta la presenta, entonces da esa sensación de estar viviendo lo que lo se vive en la película. Hemos sido muy cautelosos, ya tenemos todo el aval para salir como debe ser, tenemos mucha gente en espera”, relata María del Pilar.

"Ratatouille"

En el caso de "Ratatouille", son nueve pasos en los que se presenta esta experiencia inmersiva. En cada paso se ofrecen los platos que hicieron de la película un "boom".

Sopa de Rémy, ratatouille (famosa especialidad de verduras de la cocina tradicional francesa), plato de quesos con frutas y pastel de ópera con vino tinto y blanco, son los platillos que el chef ha elaborado para la ocasión.

La película narra la historia de una rata que sueña con convertirse en chef y para realizar su objetivo decide hacer una alianza con el hijo de uno de los cocineros más prestigiosos de París.

Fue un éxito de taquilla y recibió críticas positivas, además de ganar el  Óscar a la mejor película de animación, entre otros premios.

"Kung Fu Panda"

Kung Fu Panda, o Po, es un panda gigante amante del kung-fu y protagonista de la serie de películas que llevan el mismo nombre. Trabaja en el restaurante de su padre, donde la sopa de fideos asiática es el platillo estrella. La conexión de Po con la sopa no solo está en su amor por la comida, sino también en el vínculo emocional y cultural con su familia y su herencia.

En este caso, en el centro de experiencia de la zona industrial se realizan seis pasos. “Es lo mismo. A medida que estás viviendo la película, vas viviendo toda la experiencia de lo que va sucediendo a través de los platos, como la sopa de fideos y todos los que se presentan".

La cinta animada de Dreamworks no solo da cuenta de la tradición china en lo que respecta a las artes marciales, también abarca su cocina. Si bien el panda Po se especializa en la sopa de fideos, su fascinación son los suaves dumplings.

Sostenibilidad

El tema de la sostenibilidad también está muy planteado en el Centro de Experiencia. De acuerdo con María del Pilar, el sitio está pensado para hablar de sostenibilidad, un tema que a las empresas y personas les da la sensación de reciclar, pero en este caso ellos lo muestran por medio de la gastronomía.

“Tenemos experiencias que van, por ejemplo, desde un menú de cinco pasos donde cada plato representa un problema medioambiental, pero que a la vez está reflejando un problema con su color o con la forma y de allí podemos dialogar sobre toda la problemática, entonces decimos con acciones concretas que la gente puede reflexionar al salir de acá y puede actuar en su entorno”.

Como un laboratorio, así se cataloga esta experiencia de sostenibilidad en el centro de experiencia.

“Un lugar donde podamos decirle a la gente que sí se puede, que sí podemos tomar acciones, claro que no es difícil y que podemos darle una segunda oportunidad a todo, porque nosotros dentro de nuestro centro de sostenibilidad tenemos una tienda donde vendemos productos sostenibles, entonces son productos que han sido hechos elaborados a partir de botellas recicladas. En 65B hemos tenido experiencias grandes en las que nos enfocamos en un tema, por ejemplo, en la inauguración hicimos una presentación sobre el cambio climático, sobre el desperdicio de los residuos de tela, y lo que hicimos fue tomar esas telas y realizar una colección de moda y montamos una pasarela en la bodega. Estamos mostrándole a la gente que esos residuos no son basura, sino que se pueden aprovechar, tienen una segunda oportunidad”, destaca.

De esta forma, a través de la gastronomía, de las películas y el arte, esta familia bogotana busca generar una experiencia diferente y además, crear conciencia para el cuidado medioambiental.