Descansar y dormir bien, caminar, hacer ejercicios, evitar las relaciones tóxicas, no fumar, moderar la ingesta de alcohol y vigilar la tensión arterial y el corazón son algunas de las recomendaciones de la Federación Mundial de Neurología (WFN) para conservar una vida saludable.
Pero ¿qué se puede hacer para mantener el cerebro sano? Según la doctora Diana Manrique, neuróloga vascular, “a pesar de que el envejecimiento es un proceso natural, es nuestra tarea preocuparnos más por seguir desde la infancia un estilo de vida saludable y así mismo transmitirlo de generación en generación.
En este sentido, la especialista comparte las siguientes recomendaciones para alargar la vida cerebral:
- Activación física: realizar ejercicio primordialmente aeróbico y de resistencia en una intensidad moderada, con duración de 40 minutos, tres veces a la semana de forma constante, con ejercicios como caminar a un ritmo sostenido, correr, montar en bicicleta, entre otros.
- Activación cerebral: entre las prácticas adecuadas para mantener saludable el cerebro está adoptar nuevas tareas, por ejemplo, aprender y practicar lecturas en múltiples idiomas.
- Dietas ricas en alimentos antioxidantes:
Dieta DASH: alimentos como granos, vegetales, frutas, lácteos de bajo contenido graso o sin grasa, carnes magras, carnes de aves y pescado e inclusión de frutos secos, semillas y legumbres.
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Dieta MIND: también conocida como dieta mediterránea, que promueve el consumo de alimentos como frutos rojos, espinacas, acelgas, rúgula, espárragos, brócoli, zanahorias, coliflor, cebolla, calabaza, pimentones y tomate. Frutos secos como maní y almendras. Al igual que frijoles negros, garbanzos, lentejas y finalmente pescados, entre los que se encuentran salmón, atún y sardina.
- La prevención es la clave: consultar a su médico periódicamente y recibir chequeos generales es esencial para que conozca sus propios factores de riesgo y sea consciente de las posibles enfermedades que puede estar sufriendo.
Enfermedades cerebrales como el ACV se pueden prevenir cuando se mantienen prácticas saludables. Esta patología se genera por obstrucciones que impiden que la sangre fluya de manera correcta hacia el cerebro. En Colombia, para 2021, casi 2.000 hombres y aproximadamente 2.300 mujeres fallecieron a causa de enfermedades cerebrovasculares como el ACV, de acuerdo con datos suministrados por el DANE.
Algunos de los síntomas son: adormecimiento repentino de la cara o de las extremidades; confusión a la hora de hablar o comprender; dificultad para ver con uno o ambos ojos; dificultad para caminar; mareo o pérdida del equilibrio; y aparición de dolor de cabeza severo. Los anteriores, de aparición súbita. Un ACV debe ser atendido durante las primeras cuatro horas y media desde la aparición del primer síntoma.
“Es importante recordar que las alteraciones cognitivas se producen, en un porcentaje no despreciable (35%), por una mezcla de diferentes factores tales como bajo nivel educativo, hipertensión arterial, obesidad, pérdida auditiva, depresión en el adulto, diabetes, consumo de tabaco, aislamiento social y la pobre actividad física”, finaliza la especialista.
Otra recomendación es mantener una actividad intelectual, es decir, leer libros o revistas. Está comprobado que una alta reserva cognitiva puede ser una buena aliada para mantener un cerebro sano y resistir las afectaciones que el Alzheimer puede producir.
No cabe duda que una de las actividades más reconocidas es la lectura. También son muy recomendables el ajedrez y los juegos de mesa, ya que muchos de ellos requieren habilidades de cálculo, de memoria reciente y de capacidad de previsión. Todo lo que implique aprender y adquirir nuevos conocimientos también favorecerá la actividad cognitiva, sea tomar clases de cocina o el aprendizaje de un idioma o instrumento musical.