El arte de Beatriz González: puerta de entrada a Colombia | El Nuevo Siglo
Durante un año estarán exhibidas las piezas en 3D de la artista bumanguesa. / Foto: Banco de la República / Cultura
Sábado, 21 de Octubre de 2023

Como una forma de celebrar su vida y obra, el proyecto artístico Volarte y el Banco de la República rinden homenaje a la maestra Beatriz González y comparten cuatro obras suyas en videos de formato 3D que pueden verse en dos pantallas gigantes en el aeropuerto internacional El Dorado.

Son cerca de 60 obras de la maestra colombiana, dentro de las cuales están las cuatro protagonistas de estos videos, las cual hacen parte de la Colección de Arte del Banco de la República y actualmente pueden verse en línea o en las salas de exposición del Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU).

El proyecto Volarte destaca obras de arte, piezas orfebres y artes gráficas de la familia de monedas colombianas. Todos estos son objetos de las colecciones arqueológicas, numismáticas y de artes del Banco de la República.

La tecnología es la plataforma idónea para llevarles arte a los viajeros. Pantallas led cilíndricas, de ocho metros de alto, ubicadas en la entrada 5 del piso 2 del aeropuerto, permiten desplegar en formato 3D un mundo artístico animado que busca sorprender, cautivar e invitar al visitante de nuestro territorio.

Volarte es un proyecto que comenzó hace más de un año y busca llevar el arte y la cultura a los más de 40 millones de viajeros que transitarán las instalaciones del aeropuerto anualmente, en pantallas de última generación que cuentan con la capacidad de proyectar contenidos en 360 grados. Esta tecnología es única en Latinoamérica y fue la primera en llegar al país, con el objeto de impulsar los museos, las obras y los artistas, incluyendo su historia y trayectoria, así como las entidades que apoyan el arte en la región.

De esta forma, el Banco de la República asegura una nueva experiencia para el público objetivo e impulsa a Colombia como destino turístico cultural.

Anteriormente, en la terminal aérea se han destacado obras del maestro Fernando Botero, piezas del Museo del Oro de Bogotá, de Cartagena, de Santa Marta, de Pasto, de Armenia y de Cali; diseños que resaltan la biodiversidad del país en la colección numismática del Museo Casa de Moneda, y en su última entrega, obras de arte de la maestra Beatriz González que hacen parte de la colección de arte del Banco de la República exhibida en el Museo de Arte Miguel Urrutia.

Estilo propio

La artista bumanguesa, quien también es investigadora, historiadora, curadora, crítica de arte y docente, es una observadora aguda de su entorno y con un estilo propio, que incluye una dosis de ironía, ha sabido representarlo.

Su obra está compuesta mayoritariamente por pinturas en diferentes formatos y sobre diversos materiales, pero también por grabados, dibujos e instalaciones que tienen como protagonista “lo colombiano”, con todas las complejidades y contradicciones que incluye este término.

 

A lo largo de su trayectoria González ha hecho visibles los desaciertos de la clase política, las múltiples características de la cultura popular, el gusto de la gente y, con una profunda empatía y respeto por las víctimas, las atrocidades del conflicto armado, los desastres naturales y la crisis humanitaria que viven los venezolanos.

Beatriz González tiene una amplia producción que se remonta a los primeros años sesenta. En 1964 se presentó por primera vez en Bogotá con una exposición sobre "La encajera" del pintor holandés del siglo XVII Jan Vermeer. Inspirada en este cuadro, Beatriz González realizó una serie de variaciones de indiscutible buen gusto. Su obra se caracterizó por los colores vivos y planos y las composiciones armónicas. Posteriormente vinieron, en 1965, las variaciones sobre "La niña-montaje", en las que reafirmó su refinamiento cromático. Este mismo año realizó las dos versiones de "Los suicidas del Sisga" (segundo premio especial en Pintura del XVII Salón de Artistas Nacionales, 1965), trabajadas a partir de una fotografía de prensa, con las que se inicia su obra más característica, siempre relacionada con el país y lo colombiano y plenamente consciente de que sólo desde lo provinciano se puede alcanzar lo universal: "Yo creo que el arte es universal y que eso de la pintura colombiana son tonterías. Creo que lo que más daño le ha hecho al arte colombiano fue tratar de ser colombianista. Uno debe tratar de ser universal, lo demás viene por añadidura".

“Mi pintura no es la búsqueda de un fin por intermedio de temas irónicos, sino una pintura con temperatura. No hago objetos cursis con la misma especie de morbosidad que mueve a ciertas personas a coleccionar objetos del llamado mal gusto. No creo que la sociedad en que trabajo sea cursi, sino desmedida, en todas las proporciones y sentidos. Soy una artista a la antigua, necesito pintar y pinto”, refiere Beatriz.

Esta exposición estará disponible hasta finales del 2024, junto con diferentes colecciones latinoamericanas cada dos meses.