‘El olvido que seremos’ abre su carta de amor a Colombia | El Nuevo Siglo
Fernando Trueba, director de la película y ganador de un Premio Óscar por la cinta ‘Belle Époque, es uno de los cineastas, productores y guionistas más importantes de España.
Foto Producción El olvido que seremos
Jueves, 29 de Abril de 2021
Redacción Cultura

La carta de amor que Héctor Abad Faciolince le escribió a su padre hace algunos años finalmente verá la luz en las salas de cine colombianas con El olvido que seremos, la adaptación a la pantalla grande por el español Fernando Trueba de la novela que se convirtió en el hito nacional para la literatura hispana.  

Esta cinta, liderada por Caracol Televisión y producida por Dago García producciones, anunció esta semana su estreno en el país, el cual inicialmente había sido programado para el 1 de mayo, pero debido al retraso de la apertura de los cines en el país, se proyectará desde la primera semana de junio.

El olvido que seremos, que ha sido reconocida en diferentes eventos cinematográficos, entre ellos los Premios Goya, es una de las películas colombianas más esperadas para este año. Por ello, su director Fernando Trueba habló en entrevista con EL NUEVO SIGLO durante el lanzamiento del filme para dar a conocer su experiencia tras contar con su lente la historia de Héctor Abad Gómez, destacado médico y activista por los derechos humanos en la Medellín polarizada y violenta de los años 70.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo fue su primer encuentro con la historia de Héctor Abad Faciolince?

FERNANDO TRUEBA: Era una relación de lector, de alguien que había leído el libro y que le había gustado mucho. No me había planteado hacer ninguna película de él. Me parecía que era un relato demasiado personal, íntimo, como que le pertenecía a otra persona que es el autor y que se había escrito con el corazón. Entonces yo simplemente era uno más de los lectores del mundo que amaban el libro.

Un día los productores Gonzalo Córdoba y Dago García y el propio Héctor Abad Faciolince me proponen hacer la película, lo que me sorprendió y me alagó, pero les dije: “Creo que estáis locos, esto no se puede hacer en cine” y bueno le fuimos dando vueltas y al final encontré mi manera de contar y de hacer la historia, que obviamente no podía ser la misma que la de Héctor.

Tenía que ser otra porque él la escribe desde su cabeza, su corazón y recuerdos y una película es algo que se hace totalmente desde fuera, es una representación, se hacen conectores, condecorados y es en un tipo de textura completamente distinto; en un idioma, en un medio, que es diferente como es la escritura y el cine, que no deja de ser una forma de escritura, pero como muy diferente, con seres humanos, es otra cosa.

ENS: En el momento en que se dispone a hacer la película, ¿cómo descubrió la clave para transmitir ese calor humano y los valores que tenía la familia de Abad en la cinta?

FT: Creo que tuve una gran identificación. Aunque el libro Héctor lo escribe desde el punto de vista suyo, del hijo, de sus recuerdos del padre en su infancia, creo que me di cuenta luego de leer el libro la primera vez, que no podía edificarme con el autor en la medida que mi relación con mi padre no tenía nada que ver con esa. Pero en cambio me identifiqué con el padre, me sentí muy cercano a él, a su alegría, a su manera de educar fuera de las competiciones, a su amor a la libertad, a su amor a la vida y su risa permanente, me sentí muy cercano a ese hombre y como que le quería, me enamoraba ese personaje.

ENS: ¿Cómo fue su experiencia al buscar el elenco de la película, en especial porque la mayoría son colombianos?

FT: Fue muy curioso porque si yo hago un casting en España, donde vivo y donde he nacido, sé quiénes son los actores, sé quién es famoso y quién no, quiénes son más de cine y quiénes de televisión, los que tienen experiencia, los que cobran mucho o los que cobran muy poco y esas cosas quieras o no las sabes y quieres que no te influencien de alguna manera. Entonces cuando estaba haciendo el casting en Colombia era totalmente virgen, yo hice el casting en un estado de ignorancia y de inocencia absolutos, buscando a los actores que me parecían mejores para cada persona o más adecuados para la película y a la vez intentando crear una familia. Es decir, a la hora de elegir a las hijas y los demás, las elegí como individualidad y como grupo, teniendo en cuenta que siempre se ve que la mayor tiene unas cosas, la segunda otras e intenté que aparte que caracterice de manera adecuada al personaje, que esa familia funcionara como tal. Eso fue muy bonito de hacer, crear la familia de ficción.

ENS: ¿Por qué decide incluir el blanco y negro en la historia?

FT: Es algo muy intuitivo, era como yo soñaba la película antes de hacerla. En mi cabeza era así, era como yo lo veía. No podía imaginarme la época de la segunda parte en color, por mucho que lo pensara y tampoco la primera parte me la podía imaginar en blanco y negro, entonces me dejé llevar por lo que sentía además los productores fueron muy comprensivos y me dieron total libertad para hacerla como yo consideraba. En general, los comentarios que me llegan es que a la gente le ha gustado mucho eso, cosa que me alegra porque El olvido que seremos está hecho más desde el sentimiento que desde la razón.

ENS: ‘El olvido que seremos ha tenido un importante camino por festivales y premios, ¿Qué significa para usted alcanzar este reconocimiento con una cinta colombiana?

FT: Estoy muy contento de ver cómo va funcionando cada vez que se proyecta. Aunque ahora es cuando se empieza a estrenar, porque estaba programado estrenarse el 1 de mayo en Colombia y luego el 7 en España, pero se ha retrasado la apertura de los cines un mes en Colombia, entonces ahora estrenamos el 7 en España y Colombia irá detrás. Pero yo estoy loco porque el público colombiano ya pueda ver la película, es lo que más deseo, también que se estrene aquí en España y otras partes, pero especialmente en Colombia.

ENS: Ahora que ha tenido un mayor acercamiento a Colombia con esta película, ¿Qué se lleva del país?

FT: Sobre todo me llevo el descubrir un equipo fantástico de actores y de técnicos al máximo nivel, de calidad profesional y humana, que es importantísimo para mí porque la profesional para mí no es suficiente. La cantidad de amigos que tengo que han trabajado en esta película. Y es que un rodaje es como una vida comprimida, durante una serie de semanas convives todo el día con tu equipo y trabajáis juntos, eso une mucho y crea unos lazos que duran para toda la vida. Hay gente con la que a lo mejor no vuelves a coincidir y que fueron una amistad de una película, pero luego hay otros que ya se quedan ahí para siempre y esta película en ese sentido ha sido muy generosa conmigo.