Filarmónica vuelve a la batuta de Irwin Hoffman | El Nuevo Siglo
Lunes, 27 de Febrero de 2012

 “El buen hijo vuelve a casa” dice  el proverbio, y aplica exactamente para el retorno de Irwin Hoffman como director invitado de la Orquesta Filarmónica de Bogotá en conciertos programados para el viernes y sábado  en el Auditorio León de Greiff a las 7:30 p.m. y 4:00 p.m., respectivamente, en los que la orquesta prepara un repertorio que incluye, la ‘Sinfonía en si bemol mayor’, de Ernest Chausson; el ‘Concierto en sol mayor No. 3 para violín y orquesta’ de Wolfgang Amadeus Mozart, y ‘La Valse’ de Maurice Ravel.
Irwin Hoffman, quién ya fue director titular de la OFB por tres años (2003-2006), estudió violín y piano desde los seis años. Posteriormente, realizó estudios completos como violinista y director en la renombrada academia Juilliard School of Music.
Como director titular estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica de Colombia durante tres temporadas a partir del 2000. Igualmente, fue Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica desde 1987, realizando giras por EUA (Florida), Hungría, Checoslovaquia, Alemania, y España. En Chile fue Director Titular de la Sinfónica de Santiago en 1994. En Estados Unidos fue Director Artístico del Festival de Flagstaff, en Arizona, desde 1983 hasta 1996.
La OFB en esta ocasión interpretará la ‘Sinfonía en si bemol mayor’ de Ernest Chausson; en realidad es su única sinfonía, aunque existe un esbozo para una segunda, y tiene cuatro poemas sinfónicos. Según Ellie Anne Duque, musicóloga, “La sinfonía en si bemol constituye una ocasión única para admirar las líneas melódicas definidas y elegantes que caracterizan la composición de Chausson, como también el lirismo dramático que subyace en su obra”.
Sobre el ‘Concierto en sol mayor No. 3 para violín y orquesta’ de Wolfgang Amadeus Mozart, cabe destacar que tanto éste como los otros cuatro conciertos para violín y orquesta que Mozart escribió en Salzburgo en 1775, fueron compuestos para ser interpretados por el propio compositor, como parte de sus funciones de concertino de la capilla musical del Arzobispo Colloredo. “De esta temprana época también datan otras obras suyas bien logradas y  bastante conocidas: el Exultate jubilate, la Sinfonía en sol menor, el Concierto para piano no. 5, la Sonata para piano en re mayor K. 284, el Concertone para dos violines, la Sonata para fagot y chelo y una de sus primeras óperas, La finta giardiniera”, resaltó Duque.
Para finalizar este magistral concierto, la OFB interpretará ‘La Valse’ de Maurice Ravel,  sobre la cual comentó Duque,  “desde 1906, Ravel quería escribir un buen vals inspirado en la más pura tradición vienesa, pensando en una composición a la que llamaría simplemente Viena. Fue solo hasta 1919 cuando Diaghilev, empresario de los Ballets Rusos en París le encargó una pieza para ser coreografiada. Ravel le presentó una versión para dos pianos que Diaghilev no encontró plenamente satisfactoria, y el compositor se decidió a realizar la versión orquestada, y desde entonces, ‘La Valse’ se convirtió en una de las obras más inolvidables de repertorio del siglo XX”.