Escenario vacío. Se escuchan sirenas y radiopatrullas. Por medio de un altavoz se exige rendición a Guadalupe y a sus hombres.
Esta indicación es el preámbulo de uno de los textos más famosos de la historia del teatro colombiano: "Guadalupe años sin cuenta", creación colectiva del Teatro La Candelaria, dirigida por el maestro Santiago García, que se estrenó en 1975. Una obra que muy bien fue recordada en el Día Mundial del Teatro.
A medio camino entre la epopeya y un poemario con sentimiento llanero, esta producción tuvo como punto de inspiración a Guadalupe Salcedo Unda, líder de las guerrillas liberales de los Llanos Orientales, que ya en la primera escena cae fusilado por las fuerzas del orden.
La producción contó con la participación, como autores y actores, de grandes figuras de la escena colombiana: Patricia Ariza, Alfonso Ortiz, Álvaro Rodríguez, Francisco Martínez, Fernando Mendoza, Luis Hernando Forero, Fernando Peñuela e Inés Prieto, entre otros. Liderados por el maestro García, inolvidable además en su papel de don Floro, este grupo de artistas logró crear una obra que, a través de las grietas de esa guerra que empezaba a azotar a Colombia, revelaba los dolores más íntimos de un soldado y de un guerrillero.
En las canciones de la obra quedaba clara esa posición de mostrar cómo los ríos de sangre que se han vertido en nuestro país tienen como fuente la sed de un poder insaciable.
Letras y canciones
Durante su proceso de creación, el Teatro La Candelaria contó con la asesoría del historiador Arturo Alape, quien además participó en la creación de las letras de las canciones, fundamentales en la narrativa de la obra.
De esta manera, se entrelazan entonces varias capas: la de los privilegiados que dirigen la guerra desde sus mansiones, la del soldado Joaquín Robledo y la del campesino Jerónimo Zambrano, que debe entrar a la guerrilla porque no tiene otra posibilidad para sobrevivir.
Zambrano protagoniza una de las escenas más conmovedoras de la obra: mientras sostiene su fusil en la soledad del monte, aparecen ecos de sus recuerdos, que también están marcados por la violencia.
El otro lado de la moneda es Joaquín Robledo, también conocido como The Colombian Tiger, pues fue uno de esos soldados que pelearon en otra guerra, la de Corea, y volvió a su país traumatizado por su experiencia.
"Guadalupe años sin cuenta" generó su propia colección de anécdotas: los artistas de La Candelaria dicen que el día del estreno –11 de junio de 1975– tuvieron que hacer tres funciones debido a la cantidad de gente que se agolpaba en las puertas de la sede del grupo. Tres funciones de una obra que superaba las dos horas y media de duración.
Según los cálculos del grupo, la obra superó las 2.000 presentaciones, estuvo casi 20 años en temporada y ganó, entre otros, el Premio Casa de las Américas en 1976. Además, el texto se remonta cada tanto. Por ejemplo, Patricia Ariza, exministra de las Culturas, las Artes y los Saberes, dirigió una versión del grupo Tramaluna Teatro que se acaba de presentar en el Festival de Teatro Alternativa 2024.
También vale recordar que el maestro Santiago García, padre del teatro moderno colombiano junto a Enrique Buenaventura, fue nombrado en 2012 como Embajador Mundial del Teatro por el Instituto Internacional del Teatro (ITI) de la Unesco.
Es gracias a esos logros que los versos de "Guadalupe años sin cuenta", sus personajes y sus diálogos suelen regresar cada tanto.