Juliana Reyes es una directora, dramaturga y gestora cultural que acaba de ser galardonada con el Premio Nacional de Danza 2023, otorgado por el Ministerio de las Culturas, el cual destaca el trabajo de mujeres pioneras en la coreografía y dirección de la danza. Un galardón avalado por 25 años dedicados a la creación y promoción de la danza, a través de la Fundación L’Explose Danza.
Este reconocimiento fue otorgado a su obra “Estela”, un homenaje poético a la vida y la muerte, que realizó en coproducción con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.
Ella es, sin duda, una artista multifacética en el mundo de las artes escénicas, que ha seguido un viaje inusual, pero enriquecedor e intrínsecamente ligado al cuerpo y la expresión corporal; algo que se hizo aún más evidente cuando conoció a Tino Fernández y comenzó a trabajar en 1998 en su compañía, L’Explose.
En conversación con EL NUEVO SIGLO, Juliana Reyes habló del premio, su trayectoria y el significado de la danza en su vida.
Para la artista, recibir el Premio Nacional de Danza 2023 no es solo un reconocimiento a su trayectoria y a su contribución a la danza en Colombia, sino también un testimonio del inquebrantable espíritu creativo y de la capacidad de la danza para explorar y expresar los más profundos recovecos del ser humano. “Sin ser bailarina, la danza ha sido el lenguaje donde he encontrado mi propia voz y recibir hoy el Premio Nacional de Danza me llena de emoción. Gracias infinitas a todos los bailarines que a lo largo de estos años me han enseñado a ver en sus cuerpos las letras para escribir en la escena. Gracias a todo el equipo de L’Explose por ser la casa, la familia y el hogar seguro”.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles fueron las razones por las que cree que se le otorgó el premio a "Estela"?
JULIANA REYES: Creo que en realidad es un premio a una trayectoria, son muchos años dedicados a la danza y a encontrar mi propio lenguaje dentro de la danza. Entonces, creo que han sido muchos años, muchas creaciones que me han llevado a este reconocimiento. Sin ser bailarina, la danza ha sido el lenguaje donde he encontrado mi propia voz y recibir hoy el Premio Nacional de Danza me llena de emoción. Gracias infinitas a todos los bailarines que a lo largo de estos años me han enseñado a ver en sus cuerpos las letras para escribir en la escena. Gracias a todo el equipo de L’Explose por ser la casa, la familia y el hogar seguro.
ENS: ¿Cómo surgió la puesta en escena de esta obra y por qué se llama así?
JR: La obra es un espectáculo que habla del tránsito de la vida, el cual hice en 2020 y que en realidad es como un recorrido desde la niñez, desde el nacimiento, hasta la muerte. En ese paso de la vida vemos cómo se va transformando nuestro cuerpo y en esa medida en la obra hay varias intérpretes mujeres en las que vemos en su propio cuerpo ese paso del tiempo. Para mí, en esta obra sí que quería que el paso del tiempo quedara como nítido. La obra surgió en plena pandemia, cuando teníamos esa sensación con nuestro propio cuerpo, de sentirnos tan frágiles, tan vulnerables. Creo que en "Estela" quedó impregnado también un poco de todo eso que estaba ocurriendo en ese entonces.
ENS: ¿Usted, como directora de danza, cree que se deben abrir más espacios para el desarrollo del género?
JR: Creo que profesionalmente se ha tardado en abrir los espacios. Hasta el año 94 no había realmente una formación profesional en danza, entonces creo que desde ese año, cuando se abrió la Academia Superior de Danza de Bogotá, fue cuando se empezaron a ver más los programas formales de danza, entonces siempre podemos decir que falta apoyo para la cantidad de gente que está trabajando, pero creo que de igual manera el esfuerzo que han hecho las instituciones públicas por darle un lugar a la danza ha sido enorme. No obstante, creo que siempre faltarán espacios para el desarrollo del género, porque somos muchos los que estamos trabajando en esta área y el dinero es poco.
ENS: ¿Para usted qué es la danza?
JR: Es un lenguaje abstracto. Es una herramienta comunicativa maravillosa y pienso que la danza es realmente el lenguaje del alma. Siento que la palabra puede atraer la razón, pero cuando estamos hablando del movimiento, está muchas veces muy ligado al sentimiento, a las emociones y por eso creo que la danza es esa poesía del movimiento.
ENS: Hablando un poco más de su trayectoria, ¿a qué edad supo que quería ser bailarina de danza?
JR: Mi carrera realmente empezó en el teatro. A los 19 años, y por casualidades de la vida, entré en la Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Recuerdo que entré en una línea que era teatro gestual, pero me parece que soy un poco torpe con el cuerpo. Entonces como que empecé en esa disciplina, pero desde muy joven me di cuenta de que mi tendencia iba mucho más por la dirección que por la interpretación. En el año 94 en España hice la asistencia de dirección de un montaje que era como una mezcla de flamenco y teatro, una versión de "Don Juan", pero hecha desde el flamenco, ese fue mi primer acercamiento con la danza y me produjo mucha fascinación el trabajar con los bailarines, con los actores. Al llegar a Colombia, mis primeros montajes fueron de teatro no verbal, hice como dos trabajos. Luego me encontré con Tino Fernández y empezamos a trabajar; ahí ya empezó mi carrera realmente en el medio de la danza con L’Explose, allí entré como intérprete a hacer un reemplazo de una actriz y al poco tiempo comencé a hacer la dramaturgia de todos los espectáculos.