“La mentira complaciente”, voz afro que llega al Teatro Colón | El Nuevo Siglo
“La mentira complaciente” es una danza para darle un mejor significado al baile de las comunidades afrodescendientes, a través del movimiento y los diálogos.
Teatro Colón
Jueves, 3 de Noviembre de 2022
Redacción Cultura

“Bailar, más que para ser vistos, para ser escuchados”, es la consigna de Sankofa, grupo de danza afro que, en el marco de sus 25 años, se presentará este 12 y 13 de noviembre, en el Teatro Colón, con una apuesta por el derecho a defender el sentido de las manifestaciones artísticas y espirituales de los afrodescendientes. 

La obra que presentarán se llama “La mentira complaciente”, en la que los bailarines de la corporación cultural afrocolombiana delatan la sexualización y el exotismo que la mirada occidental ha atribuido a sus cuerpos. 

Esta propuesta surge de los saberes de la danza afrocolombiana basados en la investigación y la reflexión para cuestionar ciertos estereotipos alrededor de las tradiciones afrodescendientes. 

De acuerdo con Rafael Palacios, director general y coreógrafo de “La mentira complaciente”, Sankofa significa “volver a la raíz”. 

“Más que una palabra, es una filosofía africana que propone reconocer el pasado para comprender el presente y dimensionar el futuro. Es ese el pensamiento que ha guiado el camino de la corporación Cultural AfroColombiana Sakifa durante 25 años y, como parte de esa celebración, estaremos  en el Teatro Colón de Bogotá con esta obra”, le dijo Palacios a EL NUEVO SIGLO.

En el escenario, los bailarines con sus cuerpos negros racializados hablan y cuestionan ciertos estereotipos alrededor de las tradiciones afrodescendientes. Por medio de vestuarios que enfatizan supuestas características corporales de las mujeres y los hombres negros, los bailarines delatan la sexualización y el exotismo como categorías hiperbólicas que la mirada occidental ha atribuido a sus cuerpos, de modo simbólico o literal. Y el resultado es una obra en la que aparece un cuerpo caricaturizado desmintiendo la esencia de la cultura afrodescendiente. 

Investigación y reflexión

Según Palacios, esta propuesta escénica surge de los saberes de la danza afrocolombiana basados en la investigación y la reflexión: “Es una apuesta por el derecho a defender el sentido de nuestras manifestaciones artísticas y espirituales. Insistimos en no ser representados, sino autorrepresentados en la memoria y sabiduría de la comunidad”. 

Rafael Palacios detalló que sus estudios en África y en Francia lo respaldaron para fundar Sankofa, como una idea de acabar con los estereotipos y los conceptos errados de la comunidad afro.

“Es lo que hemos hecho durante estos 25 años: bailar más para ser vistos y para ser escuchados; es decir, que nos interesa no es la forma de la danza, sino un discurso político. De cómo el baile desde tiempos atrás se ha encargado de dar un lugar de protección aparte y de identidad, es un espacio en el que nosotros logramos crear lazos de fraternidad y de referencia no solo para nosotros sino para los demás y allí entonces podemos hablar de interculturalidad, de un diálogo, de una voz propia que es capaz de enfrentarse a otras voces, a otros conocimientos de una manera digna en la que todos estamos en un mismo nivel, porque somos sujetos de conocimiento, somos objetos de estudio”, refiere.

En este sentido, “La mentira complaciente” es una danza para darle un mejor significado al baile de las comunidades afrodescendientes, a través del movimiento y los diálogos.



Diálogos sin temor

Para Rafael, en esos diálogos que se dan a través de los cuerpos y su movimiento, los afrodescendientes son objeto de conocimiento y no de estudio. Y es desde la danza que los artistas de Sakofa resignifican su existencia y hablan con los demás sin temor a ser quienes han decidido ser a partir del reconocimiento de sus orígenes.  

Con “La mentira complaciente” sobre el escenario del Teatro Colón, los bailarines  apelarán a su derecho a la autoenunciación y autorrepresentación. En escena no se proponen complacer a un público, sino entablar una charla en la que cuentan al mundo lo que son bajo sus propios parámetros y reclaman la humanidad que les ha sido negada. Y esto, para el director del proyecto “es superimportante en una sociedad en la que se acostumbra a decir a ciertos grupos étnicos cómo deben comportarse y lucir ante los demás”, refiere.

La obra es, entonces, un paso decolonial y antirracista que invita al público a derribar todos los estereotipos que hay sobre las comunidades negras. Y con esta obra, Sankofa sigue construyendo puentes no solo entre los pueblos afrocolombianos y el continente africano, en la búsqueda de un sustrato ancestral como respaldo en la creación de obras que parten del encuentro con la raíz, sino también puentes que permiten verse unos a otros como seres humanos.

Es a través de este baile que se le cuenta al mundo que “actuamos bajo nuestros propios parámetros, en una sociedad en donde pareciera ser que hay ciertos grupos étnicos a los que se les dice cómo se deben comportar, cómo se deben vestir, cómo se debe bailar, cómo se debe lucir ante los demás. Entonces lo que queremos es invitar al público a derribar todos esos estereotipos que hay sobre las comunidades negras para que podamos vernos como seres humanos”, refirió Rafael, al tiempo que enfatizó que creó la obra en el 2019 debido a la importancia de poder hablar del tema de cómo el baile típico “El mapalé” lo habían convertido en una danza erótica y exótica, cuando en realizad es un baile que nació como una expresión del sentir de las comunidades negras del Atlántico y que después fue malinterpretada.

“¿Cómo es posible que esta sociedad desconozca los orígenes de una danza? Por eso hicimos ‘La mentira complaciente’, para acabar con todos esos estereotipos que se han creado sobre nosotros y decirle a esta sociedad que tenemos una forma de cantar, de bailar, de vestir, de pensar, de tener una espiritualidad. Vamos a entablar una nueva manera y apelar a los orígenes de una danza tan importante para la comunidad, esos contextos geográficos, sociales, espirituales y políticos en los que las danzas de la gente negra han sido creadas como espacio de emancipación. Es la oportunidad que tenemos de regalarle al público esa nueva mirada y entablar una investigación muy profunda para crear nuevas verdades o verdades antiguas que han sido enterradas y silenciadas”, acotó el director y coreógrafo.