Lo que no se supo de los 33 mineros | El Nuevo Siglo
Miércoles, 12 de Agosto de 2015

Por: Constanza Triana*

Especial para EL NUEVO SIGLO

¿CÓMO FUE la relación con su padre y con su madre?, ¿Hace cuánto qué tiene ese comportamiento?, ¿En qué momentos del día en que empeora? Si usted ha ido al sicólogo estas preguntas le deben sonar familiares. La gran noticia es que ese enfoque tradicional está siendo sacudido por lo que los expertos llaman psicología positiva, que es totalmente contraria al trabajo realizado en esta área durante décadas.

Está centrada como su nombre lo sugiere en las emociones positivas. Estudia el bienestar, la felicidad, las fortalezas y las virtudes humanas. Y ese es su gran diferencial, ya que deja de poner como dice el adagio popular, el dedo en la llaga en los aspectos negativos y patológicos del ser humano como ansiedad, estrés, depresión, resultados del pasado, frustraciones, etc.

Claudio Ibáñez es pionero en Chile y Latinoamérica en la aplicación de la psicología positiva para empresas y personas. Es fundador y Presidente de la Sociedad Chilena de Psicología Positiva, y Socio Principal y Director Ejecutivo del Instituto Chileno de Inteligencia Emocional, Psicólogo Organizacional y Clínico titulado por la Universidad de Chile y fue el psicólogo integrante del equipo de rescate de los 33 mineros de la Mina San José, y autor de los libros Los 33 de Atacama y su Rescate. Psicología Positiva en Acción y algunas historias no contadas y Nuestro Lado Luminoso. Hablamos con él.

CONSTANZA TRIANA: Su trabajo en la Mina San Juan en Chile durante 2010 bien podría llamarse Lo que nadie le contó del rescate. ¿Cómo llegó a trabajar allá?

CLAUDIO IBAÑEZ:Al quinto día de que los mineros quedaron atrapados, es decir, el 10 de agosto, yo estaba desayunando y viendo el noticiero, cuando empecé a darme cuenta que el informe sugería que era imposible que los mineros estuvieran vivos. Y pensé, eso estaba mal. Entonces, llamé a todos los medios que pude y les dije que lo último que necesitaban los familiares de los mineros eran esas emociones negativas. Todos teníamos claro que ellos estaban 700 metros bajo tierra, sin agua, sin luz, sin comida, pero lo cierto es que no había evidencia de fallecimiento, pero sí, de que su familia los estaba esperando.

CT: ¿Sicológicamente los mineros estaban muy mal?

CI:¿Sabe qué es revelador? ¡Estaban mucho mejor que mucha gente afuera! Ellos estuvieron 70 días atrapados y desde el primer día hasta el último que puede hablar con ellos, comprobé su fortaleza y resiliencia. A pesar de estar 600 metros bajo tierra tenían un sistema para arreglar sus diferencias, 3 turnos de trabajo, roles asignado acorde a sus fortalezas, mecanismos para repartir con equidad los alimentos, manejo de sus emociones.

CT: ¿Si los mineros estaban bien, entonces con quién aplicó la sicología positiva?

CI:Con el equipo de rescate y los familiares de los mineros. Ellos eran los que realmente la necesitaban. Con el paso de los días, los primeros lo veían la misión como muy compleja, casi imposible, escuchaban hablar a los ingenieros y les daba temor de que lo peor ocurriera, otros incluso creían que los mineros se iban a terminar dando golpes o lastimando por ansiedad. Y los familiares se angustiaban, lloraban, perdían la esperanza. Eso es lo interesante, los que estaban fuera, teniéndolo todo, dudaban. Pero los de abajo, ¡jamás! Ellos firmes, valga la pena decir, como rocas.

CT: ¿En este caso qué ejemplos puntuales dejan ver esa falta de educación positiva?

CI:Cada cierto tiempo, yo les decía a las familias, elaboren mensajes emotivos para sus seres queridos que se los vamos a enviar por la cápsula esa que teníamos que subía y bajaba. Cuando le preguntaba a las esposas qué escribieron, me decían, “le conté cosas normales… que los niños no hacen caso, que van mal en la escuela, que un familiar está enfermo”. Yo les decía, que era importante cambiar ese mensaje porque uno 700 metros bajo tierra, no puede hacer nada por esas situaciones. ¿Dígame si eso no es lo que hacemos cuándo alguien nos cuenta que está mal, acaso no empezamos también a enumerar nuestras tragedias? Entonces les daba ejemplos, escriban sobre el primer plato que prepararán en casa cuando regresen, cómo será la celebración, cuán emocionante será el primer abrazo, etc.

CT: ¿Cuál es la gran diferencia entre la psicología tradicional y la positiva?

CI:La gran diferencia es el foco, no el enfoque. Repito el foco, es decir, en dónde pone su centro de atención. Históricamente la psicología se fija en las debilidades y el desempeño deficiente de una persona para darle tratamiento, mientras que la psicología positiva pone el foco en  fortalezas, felicidad, bienestar, todo eso es el florecimiento de una persona, que reconoce la influencia de emociones positivas, creatividad, inteligencia emocional, humor, sabiduría, resiliencia, etc.

CT: ¿Cómo dar el primer paso en las empresas y en la vida personal?

CI:Es sencillo, solo debe verlo como una iniciativa  sistémica que impacta a todos los componentes de la organización o la vida, por eso es importante formarse sobre el tema, asesorarse con expertos, estudiar las evidencias, entrenar, buscar un patrocinador con poder, presentar el tema con excelencia, medir los resultados y entender que son acciones a largo plazo.  

 

El psicólogo Claudio Ibáñez se encargó de atender a los 33 mineros atrapados en la mina San José de Chile y dar una nueva perspectiva frente al positivismo.