Lucho Bermúdez, notas eternas | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Julio de 2012

Después de La Pollera Colorá de Juan Madera Castro y Wilson Choperena, tal vez la cumbia más conocida es Colombia Tierra Querida del maestro Lucho Bermúdez. Más que una canción, ésta es un himno a la nación colombiana.

En su artículo “Lucho Bermúdez: ¡y que siga la parranda!” (“Agenda Cultural Alma Máter” número 188 de la Universidad de Antioquia) Andrés Vergara Aguirre afirma que “seguramente son más los colombianos que se saben esta canción que quienes conocen el himno nacional completo”.  
Pero además de sus cumbias, entre las que se encuentran la alegre Gloria María -compuesta para la hija que tuvo con Matilde Díaz- y la cadenciosa Danza negra- que escribió en su viaje a la Argentina en 1946- a Lucho Bermúdez se le conoce por haber escrito una gran cantidad de porros, ritmo con el que fue enormemente prolífico.

Entre algunos de los más conocidos se encuentran  Irma, Salsipuedes y Fiesta de negritos. Sin embargo, el que puso a bailar a toda Colombia fue el que le compuso a su pueblo natal: Carmen de Bolívar.

Este es el caso de una canción que se volvió más famosa que el compositor, y que hoy por hoy forma parte del folclor colombiano. Prueba de esto es que antes de conocer a Lucho Bermúdez, Elba Gallo, la última esposa del maestro, pedía siempre Carmen de Bolívar cuando asistía a alguna fiesta, sin saber quién era su autor. 

 

Menos conocidas

 

Sin embargo, entre todas las composiciones de Lucho Bermúdez, existen piezas de antología que son un tanto menos conocidas que sus obras más famosas. Una de estas es el Porro Operático. Su curioso nombre se debe a que está basado principalmente en temas que el maestro tomó de la ópera Carmen de Georges Bizet, aunque también contiene trazos de la obertura Dichter und Bauer (Poeta y Aldeano) del compositor Franz Von Suppé. 
Pero Lucho Bermúdez no sólo utilizó ritmos de la costa Caribe, como cumbias, gaitas y porros, en sus composiciones. Aunque este es el aspecto de su obra que más se conoce, también compuso piezas usando otro tipo de ritmos nacionales, así como extranjeros, y otros desarrollados por él. Un ejemplo de estas piezas menos conocidas por el gran público, es el hermoso pasillo Huracán, que aún hoy hace parte del repertorio de agrupaciones nacionales como Guafa Trío.  
Aunque muchas de las piezas y canciones que grabó Lucho Bermúdez fueron de su autoría, también grabó e interpretó temas de otros compositores, como José Barros (Navidad Negra), Pacho Galán (Baila SuavecitoBoquita Salá), Daniel Lemaitre (Pepe), Luis E. Martínez (Cumbia cienaguera), Efraín Herrera (Cumbia en dominante), por solo citar algunos. 
Volviendo a La Pollera Colorá, esta emblemática canción tampoco estuvo exenta de pasar por el clarinete del maestro Lucho Bermúdez. El clarinetista más conocido de la música popular colombiana no hubiera podido quedarse sin tocar la cumbia más famosa del país, que también grabó. En una emisión televisada, en blanco y negro de los años 60s, podía vérsele interpretando con sabrosas improvisaciones el tema que, todavía hoy, pondría a bailar al más tieso.

Por: Camilo Gómez Gaviria, Mincultura