Maderoterapia facial: rostros con un efecto lifting  | El Nuevo Siglo
La maderoterapia facial es en una técnica de masaje natural, no invasiva e indolora.
Europa Press
Lunes, 15 de Agosto de 2022
Redacción Cultura

La maderoterapia corporal se ha convertido, en los últimos tiempos, en uno de los tratamientos estéticos más demandados por todos aquellos que quieren poner a punto sus cuerpos de manera natural. Ahora la maderoterapia facial está llamada a ser el nuevo tratamiento para el rostro por sus grandes resultados y sus innumerables beneficios para la piel sin necesidad de pasar por quirófano. Descongestión, relajación y un efecto "buena cara" al instante, que hará de este tratamiento el nuevo “must” de los que quieren lucir su mejor rostro.

La maderoterapia facial consiste en una técnica de masaje natural, no invasiva e indolora, que se lleva a cabo utilizando instrumentos de madera con el objetivo de tonificar y reafirmar el rostro para conseguir, de manera inmediata, un efecto rejuvenecedor y relajante.

Tal y como explica la experta en belleza Cristina Álvarez, sus beneficios son innumerables, ya que mejora la circulación sanguínea, activa el sistema linfático, elimina el insomnio, revitaliza y reactiva el sistema nervioso, mejora la tonicidad muscular, favorece la producción de elastina, vitamina E, colágeno y, por tanto, tonifica y reafirma las capas de la piel de manera inmediata.

A diferencia del tratamiento con maderoterapia corporal, que tiene como objetivo eliminar volumen y celulitis, la función del facial es estimular y recolocar los músculos del rostro, reafirmarlos y con esto prevenir posibles futuras arrugas. También remodela el óvalo de la cara produciendo un efecto lifting, estimula el riego sanguíneo aumentando el aporte de nutrientes y oxígeno con un incremento de los niveles de colágeno y elastina, lo cual permite que la piel se regenere.

A partir de la fricción de sus instrumentos en la piel, conseguimos eliminar las células muertas y reducir la papada, elevar los párpados y drenar las bolsas dando lugar a una mejora del aspecto general del rostro.

Aunque se pueden observar cambios desde la primera sesión, los especialistas recomiendan hacerse mínimo un total de diez sesiones para que sea totalmente visible y duradero y "hacer un pequeño recordatorio de vez en cuando para poder mantenerlo en el tiempo", según explica la experta.



Estos son los tipos:

Una de las primeras preocupaciones a las que se enfrentan los pacientes que quieren someterse a este tratamiento es la incomodidad y las posibles molestias que puedan sentir mientras se lo realizan, pero nada más lejos de la realidad. Los instrumentos utilizados no solo son más pequeños que los de la maderoterapia facial, sino que producen una sensación de bienestar y relajación a partir de movimientos envolventes y una pequeña sensación de presión. Estos, se diferencian en:

- Un rodillo doble estriado que se usa para reafirmar la piel y combatir las arrugas más profundas, se activa la remodelación del óvalo y se reduce el doble mentón.

- Una copa sueca que estimula la compactación dérmica.

- Una pala moldeadora cuya finalidad es drenar y movilizar las toxinas.

- Un rodillo con estrías pequeño para activar la microcirculación periférica. Se utiliza para trabajar las arrugas más finas y el contorno de ojos.

- Un utensilio de bolas, cuyo objetivo es conseguir una relajación muscular y suavizar arrugas.

La maderoterapia facial es un tratamiento apto para todo el mundo, natural y no invasivo, excepto en pieles que pueden sufrir problemas como dermatitis atópicas o alérgica, erupciones cutáneas o herpes. En el caso de pacientes que se encuentren en un posoperatorio facial, hay que consultar al especialista y en caso de llevar toxina botulínica o ácido hialurónico se aconseja esperar entre uno y dos meses desde el tratamiento.